La dirección de Iberia y los sindicatos representantes de los trabajadores de vuelo y tierra -UGT, CC.OO. Asetma, USO, Sitcpla y CTA-Vuelo-, celebrarán este jueves la segunda reunión tras el acuerdo de negociación alcanzado en el Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA) el pasado 17 de diciembre.
Ambas partes abordarán «asuntos más específicos» que los tratados en la primera reunión del pasado jueves, indicaron fuentes sindicales, después del preacuerdo logrado en el SIMA en el que se incluía un plan de viabilidad hasta 2017, el uso prioritario de las prejubilaciones y otras alternativas frente a los 4.500 despidos previstos, y por el que se descartaron los paros previstos para después de Reyes.
De esta forma, los sindicatos prevén que los encuentros con la dirección de la compañía se aceleren a partir de este jueves, con el objetivo de intentar alcanzar un acuerdo antes del próximo 31 de enero de 2013 -fecha límite marcada por Iberia en un principio-, ya que, «aunque ya no es una fecha inflexible, no conviene alargarlo demasiado».
Nuevas manifestaciones
A pesar del encuentro, los trabajadores de Iberia se manifestarán este jueves en defensa del futuro de la compañía y de los puestos de trabajo, y para protestar por la oposición del consejero delegado de British Airways (BA), Willie Walsh, a la negociación del plan de viabilidad de la aerolínea. A juicio de los sindicatos, Walsh «prefiere su Plan Iberia transforma en sus propios términos», lo que convierte a Iberia en «una sucursal de tercera de IAG», con solo «5.000 trabajadores en condiciones infralaborales».
«Desde su puesto de mando en Londres, quiere que la dirección de Iberia se mantenga inflexible», lamentaron los sindicatos en un comunicado, en el que consideraron que el «decepcionado» consejero delegado de BA busca «imposibilitar» un acuerdo que garantice el futuro de Iberia y sus puestos de trabajo.
Por ello, los trabajadores se concentrarán en la sede de la compañía en Madrid, para «mantener la presión» ante las reacciones de IAG al acuerdo firmado en el SIMA, que reflejan un posicionamiento «no muy halagüeño».