A primera hora de la mañana el Gobierno español recibía un jarro de agua fría desde Bruselas. Tal y como ha apuntado la Comisión en un informe sobre los riesgos económicos en la UE, basado en datos de 2011, la recesión económica española podría prolongarse hasta avanzado 2014 debido al riesgo de «retroalimentación negativa» entre la contracción económica, el desendeudamiento y la volatilidad de los mercados financieros. Además, el paro seguirá subiendo hasta el 27% este año, y el aumento del desempleo de larga duración «podría reducir el potencial de crecimiento de la economía». Todas ellas, cuestiones ignoradas por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que en su intervención de este miércoles en el Congreso de los Diputados, durante la sesión de control al Gobierno, ha asegurado en respuesta a la pregunta formulada por el líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, que 2013 no será un año «bueno», pero que está convencido de que en 2014 va a haber crecimiento en España y se creará empleo.
«Lo importante no son las previsiones, sino las políticas que se lleven a cabo», ha insistido Rajoy, que ha repetido por enésima vez que son la reducción del déficit, las reformas estructurales y seguir dando la batalla en Europa para conseguir que los objetivos comunes se logren con la mayor celeridad posible. En este sentido, le ha recordado a la oposición que en cuanto al empleo 2013 no será un «buen año», pero sí «menos malo» que los anteriores. «Los datos del primer trimestre del año son menos malos que los obtenidos desde 2008», ha recordado Rajoy, en la misma línea argumentativa que este martes esgrimió su ministro de Economía, Luis de Guindos, en un desayuno informativo.
La respuesta de Rubalcaba, la misma que en ocasiones anteriores. «Si no cambia su política económica, 2013 será malo, pero 2014 también». Según el líder de oposición, Rajoy acabará su legislatura con cifras en empleo peores que cuando la inició. Por ello, ha aprovechado su intervención en el Parlamento para reclamar al líder del Ejecutivo, que aproveche el respiro que le va a dar Europa con el cumplimiento de los objetivos de déficit, para «estimular y atender necesidades sociales imperiosas». En este sentido, ha pedido mayores incentivos para el turismo, las pymes, la investigación y el empleo juvenil; y ha instado al Gobierno a mantener los servicios sociales esenciales en niveles dignos, de tal manera que aquellas personas que ahora están atravesando una situación más delicada puedan seguir disfrutando de educación, sanidad y prestaciones por desempleo dignas.
La reacción del presidente a este respecto tampoco es nueva. «Coincidimos en el objetivo, pero discrepamos en los instrumentos», le ha respondido a Rubalcaba, a quien le ha vuelto a reiterar su rechazo a un cambio en las políticas económicas. El argumento utlizado tampoco es nuevo: «Las políticas que hicimos en el pasado son las que nos han traído hasta aquí». Según Rajoy, ahora es el momento de hacer algo nuevo y de «corregir los errores del pasado». Si no tenemos unas cuentas públicas saneadas, dice Rajoy, «será imposible hacer nada».
Elsa S. Vejo