La ministra de Empleo, Fátima Báñez, ha asegurado en respuesta a una batería de preguntas del Grupo Socialista en la sesión de control en el Senado que los cambios que el Real Decreto-Ley de Medidas para favorecer la continuidad de la vida laboral de los trabajadores de mayor edad, que introducía cambios en la llamada ‘enmienda Telefónica’, permitirá reducir a menos de la mitad los despidos de trabajadores mayores de 50 años.
Hasta ese decreto, la denominada ‘enmienda Telefónica’ determinaba que las empresas de más de 100 trabajadores que presentaran un despido colectivo que afectara a empleados de 50 años o más, habiendo tenido beneficios en los ejercicios anteriores, tendrían que hacerse cargo de las aportaciones a la Seguridad Social.
A partir de ahora, además de las empresas que hayan obtenido beneficios en los dos ejercicios anteriores al despido colectivo, quedarán incluidas en esta medida aquellas que obtengan beneficios en al menos dos ejercicios económicos consecutivos dentro del periodo comprendido entre el ejercicio económico anterior al despido colectivo y los cuatro ejercicios económicos posteriores a esa fecha.
Ahora bien, el decreto establece que ahora las aportaciones deberán realizarse exclusivamente cuando exista discriminación por razón de la edad en los despidos, es decir, en la medida en que el porcentaje de trabajadores de más de 50 años incluidos en el despido colectivo sea superior al peso de ese colectivo en la plantilla de la empresa.
Según la ministra de Empleo, el efecto de estos cambios supondrá que la mitad de los trabajadores mayores de 50 años puedan mantener su empleo, a lo que además se sumará, según ha recalcado, la decisión del Gobierno de fijar a los parados mayores de 55 años como colectivo «prioritario» de las políticas activas de empleo.
Ante las críticas de los socialistas a las nuevas condiciones de acceso al subsidio para mayores de 55 años, que se incluye en el mismo Real Decreto-Ley, que lo restringe cuando la renta familiar supera el 75% del salario mínimo interprofesional (SMI), Báñez ha asegurado que se trataba de equiparar la fórmula de acceso a la del resto de subsidios. Según ha dicho, se trata de una medida de «justicia social y de equidad».
La reforma laboral «está dando sus frutos»
Por otro lado, Báñez ha reiterado que «los datos de Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre (que elevaron la tasa de paro al 27,1%) no son buenos, porque desgraciadamente son coherentes con el momento de recesión», pero ha recalcado que los del paro registrado de abril, en los que se ha observado una caída del desempleo en más de 46.000 personas, «son buenos» porque demuestran que «hay españoles que han encontrado oportunidades».
«La reforma laboral es una reforma para el empleo y está sirviendo para salvar muchos empleos», ha asegurado, además de mostrarse convencida de que «estamos en el camino de sacar a España de la crisis». Además, ha cargado contra las críticas de los socialistas a las políticas del Gobierno en materia laboral, a los que ha espetado que «lo que no crea empleo es la demagogia».
Así, ha contraatacado diciéndoles que «lo que tienen que hacer es decir qué están dispuestos a hacer por el empleo». «En el PSOE las palabras no casan, ustedes (a los senadores) poniendo zancadillas y ellos (por el secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba), pidiendo pactos por el empleo».
Por su parte, el senador socialista Juan Francisco Martínez-Aldama ha preguntado a la ministra de Empleo «¿cómo puede el Gobierno pedir paciencia a un parado de más de 55 años al que le han recortado el subsidio, mientras el PP le paga un sueldo al golfo de Bárcenas?».
En este sentido, ha calificado las políticas de empleo del Ejecutivo de «insensibles, inservibles e insufribles». «Sólo tiene un camino digno, la dimisión», ha reclamado.
Estrella Digital/EP