El Tesoro Público ha cumplido su objetivo y ha colocado 2.544,67 millones de euros en bonos a tres y cinco años, con una amplia demanda por parte de los inversores y una reducción de la rentabilidad ofrecida en ambos tipos de papel, según datos del Banco de España.
En concreto, en bonos a tres años ha colocado 900 millones de euros, con una demanda que ha superado en más de cuatro veces lo finalmente adjudicado (2,3 veces en la emisión anterior) y que se ha situado en 3.814,86 millones de euros.
La rentabilidad ofrecida en el bono a tres años ha bajado considerablemente. Así, el interés medio se ha situado en el 2,064%, por debajo del 2,225% ofrecido en la subasta previa, y lo mismo ha sucedido en el interés marginal, que ha pasado del 2,244% al 2,081% en esta ocasión, el más bajo desde 2010.
En el bono a cinco años, el Tesoro ha vendido 1.644,67 millones de euros, tras superar la demanda en 2,5 veces la cifra colocada (2 veces la subasta previa) y rebasar ligeramente los 4.000 millones de euros.
En esta emisión, la rentabilidad también ha caído, dado que el interés medio ofrecido se ha situado en el 3,059%, por debajo del 3,128% de la emisión anterior del mismo tipo de papel, mientras que el interés marginal se ha situado en el 3,078%, también inferior al 3,161% de la emisión previa, lo que supone la rentabilidad más baja desde mayo.
Con la subasta de este jueves, el Tesoro Público vuelve a cumplir su objetivo y aprovecha nuevamente la calma de los mercados y una prima de riesgo en los 240 puntos básicos, ligeramente por debajo del nivel alcanzado en jornadas previas.
Antes de que finalice octubre, el Tesoro volverá otra vez a los mercados el próximo día 22 en una nueva subasta de letras a tres y nueve meses.