El Banco de España atisba dificultades en la senda de consolidación fiscal, tanto desde el punto de vista del gasto como de los ingresos tributarios, y advierte de que el cumplimiento del objetivo de déficit para este año, cifrado en el 6,5% del PIB, tiene gran importancia para afianzar la mejora en la percepción de la economía española y en la confianza de los agentes y mercados. Así, indica que la información relativa a la ejecución presupuestaria del tercer trimestre del año es todavía limitada, pero parece apuntar a la continuación del proceso de consolidación fiscal que se observó en la primera mitad del ejercicio.
No obstante, percibe una «cierta ralentización» en el ajuste de determinadas partidas de gasto, como es el caso del consumo público y, en particular, del componente de remuneración de asalariados, así como un ritmo de recuperación de los ingresos tributarios todavía «insuficiente» para alcanzar los objetivos para el conjunto del año. El instituto emisor considera que esto podría subsanarse en caso de que algunas de las medidas adoptadas el año pasado generaran una aportación adicional en los meses que restan de 2013 o de que se produjera una mejora en las bases imponibles sustentada en una evolución macroeconómica más favorable.
Por otra parte, la institución recuerda que el Gobierno aprobó el 30 de septiembre el Proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2014, que establece un objetivo de déficit del 5,8% del PIB, en línea con la nueva senda de ajuste aprobada por el Consejo Europeo de julio, «lo que comportará un esfuerzo de consolidación en términos del saldo estructural primario más acotado que en años anteriores». A su vez, el objetivo de deuda pública se fija en una ratio del 98,9% del PIB, «cifra que ilustra sobre la importancia de la tarea pendiente», resalta, si bien concede que estos objetivos se han de alcanzar en un contexto macroeconómico de recuperación gradual de la actividad.