El consejo de política monetaria del Banco de Japón ha decidido mantener intactas sus políticas de estímulo de cara a superar la deflación y apuntalar el crecimiento de la economía nipona, que en el cuarto trimestre de 2013 registró un crecimiento del 0,2% respecto a los tres meses anteriores, una décima menos de lo previsto.
De este modo, la institución presidida por Haruhiko Kuroda continuará comprando bonos del Tesoro y otros valores con el objetivo de incrementar la base monetaria a un ritmo anual de entre 60 y 70 billones de yenes (419.573 y 489.497 millones de euros).
Respecto a su análisis macroeconómico, el Banco de Japón considera que la economía japonesa ha mantenido un ritmo «moderado» de recuperación en parte gracias al repunte de la demanda observado antes de que en abril entre en vigor la subida del IVA prevista, cuando el impuesto subirá al 8% desde el 5% actual.
Así, la institución espera que la economía de Japón mantenga este ritmo moderado de crecimiento en el futuro, aunque asume un impacto negativo por el debilitamiento del consumo previsto inmediatamente después de la subida del impuesto al consumo.
En este sentido, el Banco de Japón señala como principales riesgos para sus previsiones aquellos relacionados con las tensiones en los países emergentes y en las economías exportadoras de materias primas, así como la evolución de los problemas de deuda en Europa y el ritmo de la recuperación en EEUU.