La Comisión Europea ha revisado al alza este lunes su previsión de crecimiento para España hasta situarla en el 1,1% del PIB este año -una décima más de lo que vaticinó en febrero, aunque por debajo del 1,2% que calcula el Gobierno de Mariano Rajoy- y en el 2,1% en 2015 -cuatro décimas más que en el anterior pronóstico y por encima del 1,8% que prevé el Gobierno-. La tasa de paro no bajará del 24% y España incumplirá el objetivo de déficit del año que viene si no adopta nuevas medidas.
Con esta mejora, España crecerá este año casi en línea con la media de la eurozona (1,2%) y superará ampliamente en 2015 el promedio de sus socios del euro (que se situará en el 1,7%). Para el conjunto de la UE, Bruselas prevé un avance del 1,6% este año y del 2% en 2015. Entre los grandes países de la eurozona, Alemania es líder (con un crecimiento del 1,8% este año y del 2% en 2015), mientras que España supera tanto a Francia (1% y 1,5%, respectivamente), como Italia (0,6% y 1,2%).
«La suave recuperación económica en España ganará impulso en medio de una mejora de la confianza y una relajación adicional de las condiciones financieras, ya que la reducción de la prima de riesgo y las mejores condiciones de financiación para el Tesoro y los bancos están repercutiéndose gradualmente a los prestatarios finales», resalta el informe del Ejecutivo comunitario, que admite no obstante que las pymes siguen teniendo problemas para acceder al crédito.
Las exportaciones se mantendrán fuertes, pero la demanda doméstica tomará el relevo como principal motor de crecimiento. El consumo privado se acelerará progresivamente gracias a la mejora del empleo y a la baja inflación y también mejora la inversión en equipo. En contraste, el sector de la construcción seguirá contrayéndose en 2014.
En cuanto al paro, Bruselas prevé que «se reducirá, pero seguirá siendo alto». De hecho, el Ejecutivo comunitario mejora ligeramente sus previsiones sobre la tasa de paro, que se situará de media en el 25,5% este año (frente al 25,7% en su anterior pronóstico) y en el 24% en 2015 (frente al 24,6%). No obstante, estas cifras son aún peores que las que presentó el Gobierno la semana pasada en su cuadro macroeconómico (24,9% y 23,3%, respectivamente).
Aunque la productividad se desacelerará en 2014, la moderación salarial permitirá, según Bruselas, una ligera reducción adicional de los costes laborales unitarios y mejoras de la competitividad durante los próximos dos años. La inflación se mantendrá muy baja (en el 0,1% de media este año y en el 0,8% en 2015) debido a la débil demanda y a la caída en los precios de la energía.
Más déficit por el céntimo sanitario
La mejora de las previsiones económicas y los ajustes ya adoptados por el Gobierno harán que el déficit público se reduzca este año, gracias sobre todo a un menor gasto, hasta el 5,6% del PIB (en lugar del 5,5% que calcula el Gobierno, pero por debajo en todo caso el objetivo del 5,8% pactado con la UE). El pago de intereses seguirá aumentado, pese a la reducción de tipos, debido al incremento del volumen de deuda. Por su parte, las transferencias sociales se reducirán en 2014 por la caída del paro y el cambio del sistema de indexación de las pensiones.
El Ejecutivo comunitario calcula que dos medidas recientes aumentarán en un 0,1% el déficit en 2014. En primer lugar, la devolución de parte de lo recaudado con el denominado 'céntimo sanitario', declarado ilegal por el Tribunal de Justicia de la UE. En segundo lugar, la tarifa plana de 100 euros en la cotización a la seguridad social para contratos indefinidos, que entró en vigor en febrero de 2014 y estará vigente hasta finales de año.
Si no se adoptan nuevos ajustes, el déficit volverá a dispararse hasta el 6,1% del PIB en 2015, frente al objetivo del 4,2% pactado con la UE. Esta proyección asume que la subida del IRPF aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy en diciembre de 2011 expira a finales de este año.
Los grandes déficits públicos y el bajo crecimiento nominal del PIB provocarán que la deuda pública supere ya el 100% del PIB este año y roce el 104% en 2015 (frente al 99,5% y el 101,7% que prevé el Gobierno)
Riesgos por América Latina
El Ejecutivo comunitario avisa de que esta previsión de crecimiento está sujeta a riesgos a la baja relacionados sobre todo con el sector exterior. «El crecimiento podría verse negativamente afectado si las economías emergentes, particularmente las de América Latina, se desaceleran más de lo previsto», señala el informe.
Por otro lado, «podría haber una sorpresa positiva si las condiciones de financiación mejoran más rápido de lo previsto, ya que esto impulsaría la demanda doméstica».