El candidato del Partido Popular Europeo (PPE) a presidir la Comisión, el luxemburgués Jean Claude Juncker, cree que España tendrá que seguir implantando reformas estructurales para recuperar su economía, si bien ha calificado de «impresionantes» los resultados logrados por España con las medidas anticrisis del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
En un desayuno informativo en el hotel Ritz, al que ha asistido Rajoy, Juncker ha evitado señalar qué reformas concretas necesitaría España, pero ha augurado que si el Gobierno continúa por la senda reformista, a España no se le impondrían unas «condiciones tan severas» como hasta la fecha.
«Habría que continuar con el programa ya iniciado (de reformas) y que el Gobierno está dispuesto a implantar», ha animado el exprimer ministro luxemburgués y expresidente del Eurogrupo, que ha recordado que la crisis no terminará en España hasta que se reduzca el nivel «escandaloso» de desempleados.
Juncker no ha querido desvelar qué planes tiene para los candidatos españoles a comisario, Miguel Arias Cañete, y a la presidencia del Eurogrupo, Luis de Guindos.
«Me gustan los dos», ha reconocido. Pero ha precisado que lo que haría con ambos es algo que hablará, cuando sea presidente de la Comisión, con Rajoy. «Y él se lo anunciará», ha dicho.
Juncker ha aprovechado el desayuno para presentar sus credenciales como candidato a la Comisión y avanzar las que serían sus prioridades.
«Yo no tengo un proyecto de austeridad, sino de rigor presupuestario», ha dicho, oponiéndose a la defensa «a ciegas» de la austeridad y abogando por una «Europa social» donde «la precariedad no se convierta en ley».
«Soy tan generoso como los socialistas», ha dicho Juncker, que ha defendido el salario mínimo interprofesional.
También se ha mostrado partidario de una mayor solidaridad de toda la UE para ayudar a los países del sur a combatir la inmigración, aumentando por ejemplo el presupuesto de la agencia de control de fronteras Frontex.
Ha abogado por reducir la dependencia energética con Rusia facilitando la posibilidad de transportar el gas desde «el oeste al este» y constituyendo una especie de «central de compras única» para toda la UE. «Me gustaría implantar la Unión Europea de la energía», ha señalado.
También ha defendido medidas de solidaridad europeas para aquellos países que más se vean afectados por las sanciones a Rusia por Ucrania y ha apostado por recuperar las cumbres anuales de jefes de Estado y de Gobierno dedicadas en exclusiva al empleo.
Eso sí, ha querido aclarar que él, como eventual presidente de la Comisión, no va a crear «un solo empleo», pues los empleos los crean las empresas. Bruselas solo puede ayudar a crear las condiciones que favorezcan la creación de puestos de trabajo.
Juncker ha dado por hecho que en las próximas elecciones europeas del 25 de mayo, ni socialistas ni populares tendrán la mayoría absoluta, pero ha esperado que los líderes respeten el Tratado de Lisboa y tengan en cuenta los resultados de los comicios a la hora de elegir al presidente de la Comisión.
Por lo que a él le toca, se ha comprometido a hacer todo lo que esté en su mano para que el candidato de los socialistas europeos, Martin Schultz, sea elegido presidente de la Comisión si son los socialistas los que ganan los comicios. «Espero que los socialistas hagan lo mismo» si son los 'populares' los que obtienen mejores resultados.