Portugal abandona oficialmente este sábado el paraguas financiero proporcionado por la Troika desde que en mayo de 2011 el país luso se viera abocado a pedir asistencia por importe de 78.000 millones de euros, convirtiéndose así en el segundo de los países rescatados en emerger de esta situación sin necesidad de apoyos adicionales.
La salida del rescate internacional se produce así apenas un par de días después de conocer que el Producto Interior Bruto (PIB) de Portugal registró en los tres primeros meses de 2014 una recaída del 0,7%, tras haber encadenado varios trimestres de sólido crecimiento.
Por su parte, la tasa de paro del país luso se situaba el pasado mes de marzo en el 15,2%, con un total de 807.000 personas sin empleo, frente a la tasa del 12,6% registrada en mayo de 2011, cuando el país tuvo que pedir el rescate a sus socios.
Sin embargo, las condiciones de financiación de Portugal en los mercados han mejorado significativamente, al pasar de un interés del 9,233% a mediados de mayo de 2011 al 3,735% actual.
El primer ministro luso, Pedro Passos-Coelho, advirtió, sin embargo, al comunicar que el país no buscaría medidas adicionales de protección, de que «aún hay un largo camino por recorrer».
«No gozaremos de un día para otro de los beneficios de ser totalmente autónomos», dijo el lider conservador luso, quien subrayó que las nuevas prioridades del Gobierno pasan por «la recuperación del empleo y de la economía».
En este sentido, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, subrayaba que la salida «limpia» de Portugal del rescate, sin pedir ayuda adicional a la UE, es un éxito tanto para Lisboa como para el conjunto de Europa.