La presidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Elvira Rodríguez, ha considerado que las participaciones preferentes no se habrían prohibido aunque el organismo supervisor hubiese tenido competencias para hacerlo, sino que habría intentado clarificar la situación a los inversores minoristas.
Durante su intervención en el seminario 'La Europa que deja la crisis', organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en colaboración con la Asociación de Periodistas de Información Económica (Apie) y patrocinado por BBVA, Rodríguez ha explicado que la labor supervisora se hubiera centrado en dilucidar si el público objetivo de este producto era «ahorrador de libreta».
La presidenta de la CNMV ha asegurado que la comercialización de preferentes ha sido un caso «desgraciado», ya que ha considerado que se dieron «todas las circunstancias posibles para que fuera un fiasco para muchos inversores».
Rodríguez ha concentrado este «fiasco» en los preferentistas de las cajas de ahorros intervenidas y ha aclarado que los titulares de estos productos de BBVA, Telefónica o La Caixa «no han perdido dinero». «No era un mal producto», ha señalado.
Rodríguez ha indicado además que en la actualidad existe una emisión masiva de un producto, que no ha citado expresamente y que puede resultar «poco adecuado» para su comercialización.
Por otro lado, ha confiado en que la CNMV cierre el código de buen gobierno en enero del próximo año, al igual que la ley de sociedades, para que las empresas empiecen a dar cuenta de las nuevas normas desde 2016 sobre las cuentas cerradas del ejercicio anterior.
De cara a la reforma sobre la autonomía del supervisor, Rodríguez ha estimado que «en breve tiempo» se lleve a cabo en el marco de la reforma de la Administración.
En cuanto a la masiva venta de acciones de Bankia en los días previos a la admisión a negociación de los valores procedentes de la ampliación de capital de la entidad, la presidenta de la CNMV ha indicado que «no ha venido mal» abrir esta investigación, en un proceso que ha sido coordinado entre varios supervisores. «No nos ha venido nada mal para que se perciba que los supervisores nos tomamos en serio las ventas a corto», ha explicado.