El Gobierno argentino ha negado este jueves que el país se encuentre en una situación de suspensión de pagos y ha asegurado que se trata todo de una «patraña absurda«, ya que Argentina es solvente y ya entregó a finales de junio el dinero que ahora deberían reclamar los tenedores de deuda.
Tras una batalla judicial en Estados Unidos con los fondos que se negaron a participar en los últimos canjes de deuda –reclaman unos 1.500 millones de dólares–, el país sudamericano finalmente no logró un acuerdo antes de que venciera, a medianoche, el plazo para cancelar intereses de sus bonos Discount.
Buenos Aires depositó 539 millones de dólares a finales de junio en el Bank of New York Mellon (BONY) para cumplir con estos intereses, pero el proceso no llegó a completarse por decisión de la Justicia argentina.
«Argentina pagó, y por lo tanto los tenedores tienen que exigir su pago, deben exigir al juez los fondos depositados por Argentina«, ha subrayado en rueda de prensa el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, que ha vuelto a solicitar un 'stay' –medida cautelar– para liberar esos fondos.
Por este motivo, ha descrito como una «patraña absurda» la consideración de Argentina como un país en suspensión de pagos, según los medios locales. La agencia de calificación crediticia Standard & Poor's ya rebajó el martes la deuda argentina a la categoría 'default selectivo'.
Capitanich ha lamentado «la campaña mediática que pretende endilgar la responsabilidad al Gobierno argentino» y ha insistido en que la postura del Ejecutivo fue «coherente» a lo largo de todo el proceso. En cambio, ha denunciado la supuesta parcialidad del juez estadounidense Thomas Griesa y la «marcada incompetencia» de su mediador, Daniel Pollack.
El jefe de Gabinete ha abierto la puerta a recurrir a organismos internacionales como la Corte Internacional de Justicia (CIJ) o Naciones Unidas, toda vez que considera que «la comunidad internacional no puede avalar la acción de grupos minúsculos», en alusión a los denominados 'fondos buitre'.
«Defender la posición argentina es defender la soberanía», ha añadido Capitanich.