El Producto Interior Bruto (PIB) de Brasil cayó un 0,6% en el segundo trimestre de 2014 comparado con el primer trimestre –que tuvo una caída del 0,2%–, sumando pues seis meses seguidos de caídas, lo que para la mayoría de economistas significa que el país ha entrado ya en situación de recesión técnica.
Según ha informado el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) la industria es el sector que ha tenido peores resultados en el segundo trimestre del año; una caída del 1,5% –y la cuarta seguida en el sector–.
Las inversiones cayeron un 5,3%, así como el consumo del Gobierno (-0,7%) y el sector servicios (-0,5%). Los únicos sectores con datos positivos son el agropecuario, con un leve crecimiento del 0,2% y el consumo de las familias, que aumentó un 0,3%.
La última vez que Brasil entró en recesión fue en el auge de la crisis financiera mundial, entre octubre de 2008 y febrero de 2009, que coincidió con el segundo mandato de Luiz Inácio Lula da Silva.
El delicado estado de la economía es uno de los argumentos que centran ahora la campaña electoral y uno de los argumentos que más usan los partidos de la oposición para criticar la gestión de la presidenta Dilma Rousseff.
Según previsiones del Banco Central, 2014 acabará con un crecimiento del 0,7%. Si finalmente es así, la media de crecimiento del Gobierno de Rousseff será del 1,7%.