La reforma fiscal ha superado el primer trámite en el Congreso de los Diputados, que ha rechazado las enmiendas a la totalidad presentadas por PSOE, IU-ICV, UPyD y ERC a los tres proyectos de ley que componen el cambio legislativo y que ahora pasarán a debatirse en comisión.
La devolución de los proyectos al Gobierno ha sido respaldada por PSOE, Izquierda Plural, UPyD, Esquerra, BNG, Geroa Bai, Compromís-Equo y CC-NC salvo en el caso del IVA, ya que Canarias tiene su propio régimen. En contra han votado el Partido Popular, UPN y Foro, mientras que CiU y PNV se han abstenido.
Foro y UPN ya habían garantizado su apoyo al Gobierno, CiU ha decidido abstenerse porque la reforma implica una rebaja de impuestos para los ciudadanos y PNV también ha optado por la abstención porque el País Vasco tiene un régimen fiscal propio.
Tras el rechazo de las enmiendas a la totalidad en el Congreso, la reforma fiscal prosigue su tramitación parlamentaria en la Cámara Baja a la espera de la presentación de enmiendas parciales de las distintas formaciones.
Dichas enmiendas serán debatidas y votadas sólo en comisión, ya que el PP ha rechazado un debate final en sesión plenaria, y después los proyectos se enviarán a la Cámara Alta para recibir el visto bueno del Senado. En la Cámara Alta, los grupos parlamentarios también podrán vetar los tres proyectos de ley y plantear cambios parciales si se superan dichos vetos. De ser aprobados estos cambios, los textos tendrá que volver al Congreso para ser refrendados para su entrada en vigor a partir del 1 de enero de 2015.
El Consejo de Ministros aprobó la reforma el pasado 1 de agosto, tras incorporar diversos cambios en el periodo de consulta. El más relevan consistió en elevar el mínimo exento de la tributación de la indemnización por despido a 180.000 euros, nueva fiscalidad que dejará exentas las indemnizaciones del 99,9% de los trabajadores despedidos.
Junto con las novedades incluidas, se mantienen los principales cambios en los grandes impuestos, que supondrán una rebaja de impuestos de 9.000 millones de euros entre 2015 y 2016 (5.900 millones en el IRPF y 3.100 millones en Sociedades).
La reforma reduce a cinco el número de tramos desde los siete actuales, dejando el tipo mínimo en el 19% –frente al 24,75% actual– y el tipo marginal en el 45% –frente al máximo del 52%–, si bien la rebaja se hará en dos fases, una en 2015 y otra en 2016, y beneficiará a los 20 millones de contribuyentes de este impuesto.
En materia del Impuesto de Sociedades, el tipo bajará al 28% en 2015 y al 25% en 2016, frente al 30% actual, mientras que las pymes podrán rebajar su gravamen hasta el 20% –frente al 25% actual– siempre que se apliquen dos deducciones de nueva creación para favorecer la autofinanciación y el endeudamiento empresarial.
Por otro lado, la reforma incluye diversos cambios en otras figuras y tributos, como la rebaja de retenciones a los trabajadores autónomos, la supresión de diversas deducciones y bonificaciones o los cambios en las aportaciones a los planes de pensiones.