La actividad del sector privado de la zona euro apunta a un «nuevo declive del crecimiento en la eurozona» después de que el indicador compuesto adelantado PMI haya bajado a 52,3 puntos desde los 52,5 del mes anterior, lo que representa su nivel más bajo en nueve meses.
En concreto, el indicador de la actividad comercial del sector servicios descendió desde los 53,1 puntos de agosto hasta los 52,8 puntos, su mínimo en tres meses, mientras que el del sector manufacturero cayó desde los 50,7 puntos hasta los 50,5 puntos, su dato más bajo en catorce meses.
«La encuesta presenta un panorama de persistente debilidad en la economía de la zona euro», advirtió Chris Williamson, economista jefe de Markit, quien apuntó que el estudio sugiere que el PIB aumentará un 0,3% «en el mejor de los casos» en el tercer trimestre, impulsado por un 0,4% de expansión en Alemania, pero arrastrado a la baja por la falta de mejora en Francia y el deslucido crecimiento observado en el resto de la región.
En este sentido, añadió que como el crecimiento de la actividad total y la demanda se ha ralentizado, el empleo nuevamente ha dejado de indicar incrementos significativos. «Tal letargo hizo que los precios siguieran bajando mientras que las firmas luchaban por conseguir clientes, situación que inevitablemente pondrá más de relieve la posibilidad de que la región esté haciendo frente a una deflación», recalca.
Asimismo, también subrayó que hay «signos alarmantes» de que el crecimiento podría ralentizarse aún más en el cuarto trimestre. En concreto, apuntó que los nuevos pedidos recibidos en el sector manufacturero están mermando de nuevo y las expectativas de actividad comercial para los próximos doce meses se han vuelto pesimistas en el sector servicios, llevadas a la baja por una caída de la confianza en Alemania.
Además, la preocupación por la crisis en Ucrania, las consiguientes sanciones impuestas a Rusia y la inquietud causada por la coyuntura económica general de la zona euro parecen estar repercutiendo cada vez más en la economía de la zona de la moneda única.
«Se corre peligro de que los esfuerzos del Banco Central Europeo (BCE) por estimular la economía resulten ineficaces debido a tales dificultades, que están agravando la situación de una demanda ya débil», alertó.
En concreto, el indicador compuesto adelantado de Francia bajó en septiembre a 49,1 puntos desde los 49,5 de agosto, su nivel más bajo en tres meses, mientras que en el caso de Alemania el dato se situó en 54, frente a los 53,7 puntos del mes anterior, su mejor lectura en dos meses.