El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha admitido este lunes «preocupación» por la economía de la eurozona, que está «prácticamente en punto muerto», y ha reclamado una «estrategia global» que combine reformas estructurales, política monetaria y política fiscal para favorecer el crecimiento.
No obstante, Guindos ha resaltado que no puede haber «atajos» ni «favoritismos de ningún tipo» en las exigencias de consolidación fiscal para ningún Estado miembro, porque cumplir los ajustes prometidos es necesario para la «credibilidad».
La situación económica, ha afirmado el ministro a su llegada al Eurogrupo, «es un tema de preocupación». «La zona euro se paró en el segundo trimestre y los indicadores adelantados de los próximos meses no son buenos», ha avisado.
Para el ministro de Economía, «lo que necesitamos es una estrategia global de política económica». «Tenemos que utilizar todas las palancas que tenemos a nuestra disposición de política económica», ha defendido.
«Desde el punto de vista del Gobierno español, es importante implementar reformas estructurales y llevar a cabo una política monetaria -que está independientemente guiada por el BCE- y una política fiscal que favorezcan el crecimiento. Y para favorecer el crecimiento la política fiscal lo que tiene que garantizar es su sostenibilidad a medio y largo plazo», ha sostenido Guindos.
En este sentido, el ministro de Economía ha rechazado cualquier intento de relajar las reglas presupuestarias de la UE por parte de ningún Estado miembro. «Aquí no existen atajos. Los objetivos presupuestarios son objetivos que hay que cumplirlos, la credibilidad de la política fiscal es una condición para que produzca sus efectos», ha argumentado.
«Aquí no puede haber favoritismos de ningún tipo, las reglas son para todos», ha insistido en otro momento de su comparecencia ante la prensa.
Sobre la posibilidad de que Bruselas rechace el presupuesto de Francia por no respetar los compromisos de ajuste fiscal asumidos con la UE, Guindos ha señalado que el Gobierno de París tiene «un compromiso muy importante con las reformas económicas». «Yo estoy convencido de que, en última instancia, siempre va a hacer lo que es importante para la economía francesa y para el conjunto de la economía de la Unión», ha apuntado.