«El aumento de la desigualdad no es inevitable», afirma Oxfam Intermón, aunque es una realidad que denuncia y que además se ha incrementado con la crisis.
La riqueza que poseen los 70 millones de personas más ricas del planeta podría superar el año que viene a la que tienen conjuntamente los 7.000 millones restantes, según el informe titulado “Riqueza: tenerlo todo y querer más” que la organización ha hecho público este lunes en vísperas de la reunión anual del Foro Económico de Davos. Si no se toman medidas para detener el vertiginoso incremento de la desigualdad, el 1% más rico tendrá en 2016 más del 50% de toda la riqueza del planeta, más que el 99% de la población.
La ONG denuncia que la riqueza mundial se concentra cada vez más en manos de una pequeña élite. Esta élite rica ha creado y mantenido su vasta fortuna gracias a las actividades que desarrollan por defender sus intereses en un puñado de sectores económicos importantes, como el financiero y el farmacéutico y de atención sanitaria. Las empresas de estos sectores destinan millones de dólares cada año a actividades de lobby dirigidas a favorecer un entorno normativo que proteja y fortalezca aún más sus intereses. La mayoría de las actividades de lobby que se llevan a cabo en Estados Unidos trata de influir sobre cuestiones presupuestarias y fiscales, es decir, sobre «recursos públicos que deberían orientarse a beneficiar al conjunto de la ciudadanía, en lugar de reflejar los intereses de los poderosos lobistas», afirman.
España necesita compromisos políticos
España es el segundo país más desigual de Europa, tan solo por detrás de Letonia. Y es también el país en el que el sistema fiscal (con las políticas de ingresos y gastos) es menos efectivo en la reducción de la desigualdad. «Mientras el 1% más rico de la población española concentra más riqueza que el 70% más pobre, la dirección de las políticas actuales refuerza esta concentración de riqueza en manos de unos pocos en lugar de buscar una mayor redistribución y equidad», señala el informe.
En este contexto Oxfam Intermón ha comenzado una ronda de contactos con los distintos partidos políticos de cara a los procesos electorales de este año. El objetivo es que incorporen en sus programas electorales medidas concretas para reducir la desigualdad.
“Recientemente todos los partidos políticos de la oposición se comprometieron públicamente con la iniciativa de Oxfam intermón por unos Presupuestos Generales del Estado de la Equidad. Esperamos que este compromiso se plasme en sus programas electorales”, afirma José María Vera, director general de Oxfam Intermón”.
“En el contexto actual, los ciudadanos no entenderían que los partidos políticos no pusieran el foco de sus programas económicos en medidas que permitan al Estado recaudar más de los que más tienen y redistribuir la riqueza en forma de inversión en servicios sociales básicos y políticas públicas que benefician a los más vulnerables”, concluye Vera.
Oxfam Intermón pide a los partidos políticos que incorporen en sus programas electorales medidas concretas que reduzcan la desigualdad
La organización internacional, cuya directora ejecutiva, Winnie Byanyima, copresidirá este año la reunión en Davos, ha advertido de que el aumento descontrolado de la desigualdad está lastrando la lucha contra la pobreza a nivel mundial. A día de hoy, una de cada nueve personas carece de alimentos suficientes para comer y más de mil millones de personas aún viven con menos de 1,25 dólares al día.
«Este último año hemos visto como líderes mundiales de la talla de Barak Obama o Christine Lagarde han hablado sobre la necesidad de combatir la desigualdad extrema, pero aún estamos esperando que muchos de ellos prediquen con el ejemplo. Ha llegado el momento de que nuestros líderes se enfrenten a los intereses creados que impiden lograr un mundo más justo y próspero», afirma Byanyima que aprovechará la reunión de Davos para hacer un llamamiento urgente a la acción más allá de los discursos.
Farmacéutico, finanzas y seguros, los sectores que más se enriquecen
Oxfam también muestra su preocupación a que el poder de los grupos de presión puede suponer que las políticas se inclinen a favor de los intereses de unos pocos frente a las necesidades de la mayoría y sean en la práctica una barrera significativa, por ejemplo, al acceso a medicamentos vitales a las personas más pobres.
El 20% de los milmillonarios tiene intereses en los sectores financiero y de seguros, y vieron cómo el valor de su fortuna aumentó un 11% en los doce meses anteriores a marzo de 2014. En 2013, estos sectores de actividad emplearon 550 millones de dólares en financiar ejércitos de lobistas para influir sobre las políticas que se deciden desde Washington y Bruselas. En esta misma línea, los sectores farmacéutico y sanitario gastaron en lobby unos 500 millones de dólares y se han convertido en uno de los que más se enriquecen puesto que la fortuna de los milmillonarios con intereses en estos campos se incrementó en un 47% en el último año.
Estas peticiones se unen a las demandas que la organización hace también a nivel internacional, un llamamiento a los Gobiernos a adoptar un plan de siete puntos para luchar contra la desigualdad:
– Hacer de la lucha contra la desigualdad un objetivo internacional
– Distribuir el esfuerzo fiscal de forma justa y equitativa, trasladando la carga tributaria del trabajo y el consumo al patrimonio y el capital
– Frenar la evasión y la elusión fiscal por parte de grandes empresas y los más ricos.
– Invertir en servicios públicos gratuitos y universales, como la educación o la sanidad.
– Fijar un salario mínimo para que todos los trabajadores alcancen un nivel de vida digno.
– Lograr la igualdad salarial y promover políticas económicas a favor de las mujeres.
– Garantizar sistemas de protección social adecuados para las personas más pobres incluidos un sistema de garantía de ingresos mínimos.
El informe destaca que existen cada vez más evidencias, tanto del Fondo Monetario Internacional como de otros organismos, de que la desigualdad extrema no sólo perjudica a los más pobres, sino que también daña el crecimiento económico del conjunto de la sociedad.
Oxfam Intermon recuerda que el pasado año, durante el Foro Económico Mundial, reveló que las 85 personas más ricas del mundo poseían casi la misma riqueza que la mitad más pobre de la población mundial: 3.500 millones de personas. Esta cifra es ahora de tan solo 80 personas; una disminución impresionante si tenemos en cuenta que en 2010 eran 388 personas. En términos de efectivo, la riqueza de las 80 personas más ricas se ha duplicado entre 2009 y 2014.