El Ibex 35 no ha logrado cerrar la última sesión de la semana en positivo (-0,99%) y ha retrocedido un 1,7% en las últimas cinco jornadas, marcadas por las elecciones en Grecia. Así pues, el selectivo ha minimizado las ganancias de enero al 1,2%.
En la última sesión del mes, el Ibex se ha establecido en los 10.403 puntos, lastrado por los bancos. Caixabank perdía un 4,1% tras presentar resultados, seguido de Banco Sabadell (-3,7%). Bankia se ha dejado un 3,6% el día en que la entidad anunciaba que aplazaba la publicación de las cuentas anuales prevista para el próximo lunes.
Sólo nueve valores han salvado el rojo en la sesión del viernes, entre los que no se ha situado ninguno de los 'blue chips'. Santander ha perdido un 1%, BBVA un 0,2% y Telefónica un 0,5%.
Entre las ganancias han despuntado Técnicas Reunidas (+1,8%), Gamesa (+1,8%) y Arcelormittal (+1,5%).
El selectivo cierra la semana con tres jornadas en negativo y dos en positivo y pierde los 10.500 puntos que reconquistó la semana anterior. En las últimas cinco sesiones, Caixabank ha perdido un 6,6% y ha liderado los recortes, mientras que Indra se ha disparado un 16% tras la sustitución de Javier Monzón en la presidencia.
En enero, que se ha caracterizado en Europa por una tendencia alcista, Abengoa se ha disparado un 42%, en tanto que Banco Santander se ha dejado un 14%, penalizado tras anunciar la ampliación de capital por importe de 7.500 millones.
En el mercado de deuda pública, la prima de riesgo española subía ligeramente hasta los 112 puntos básicos y el euro se intercambiaba por 1,1286 dólares al cierre de sesión.
El analista de XTB Francisco Sánchez-Matamoros ha explicado a Europa Press que el mes de enero ha estado marcado por la volatilidad y la caída de los precios del petróleo, que instaló la incertidumbre en los primeros compases del año, hasta que el optimismo regresó con el anuncio del plan de compra de deuda soberana del BCE.
En cuanto a la última semana, ésta ha estado marcada por la victoria de Syriza en las elecciones griegas y la formación del Gobierno de Alexis Tsipras, «nuevo foco de tensión en los mercados debido a las extremas políticas que plantean en el campo económico».