Los ministros de Economía de la eurozona han redoblado este viernes la presión sobre el nuevo Gobierno de Syriza, durante una nueva reunión extraordinaria, para que dé garantías de que acepta y cumplirá las condiciones asociadas a la prórroga del programa de asistencia financiera, que expira el 28 de febrero.
El Eurogrupo considera que la carta remitida este jueves por el ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis, para pedir una extensión de seis meses del rescate contiene «demasiado margen de maniobra» y no deja suficientemente claro que Atenas pagará la deuda, respetará sus compromisos y completará el actual programa.
Además, la «retórica cambiante» del nuevo Gobierno griego ha «erosionado» la confianza del Eurogrupo y será necesario reconstruirla si se quiere llegar a un acuerdo, según ha dicho el vicepresidente de la Comisión para el Euro, Valdis Dombrovskis.
Sobre la cuestión de la confianza ha insistido también el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, que fue el primero en rechazar la petición griega por considerar que en la práctica consistía en una prórroga del crédito europeo pero sin condiciones.
«No se trata de un único país, se trata de Europa. Se trata de que podamos confiar los unos en los otros», ha dicho Schäuble. «Estamos todos determinados a que lo que ya hemos negociado durante tanto tiempo se tome en serio», ha agregado.
Por su parte, el ministro irlandés de Finanzas, Michael Noonan, ha apuntado que hay «ambigüedades» en la carta en la que Grecia ha pedido la prórroga y «contradicciones» entre lo que dice esta misiva y lo que defiende el Gobierno heleno en Atenas y ha reclamado aclaraciones.
Pero el ministro de Finanzas heleno, Yanis Varoufakis, ha considerado que su Gobierno ya ha cedido suficiente y ha pedido un gesto a sus socios. «El Gobierno griego ha hecho un esfuerzo adicional, ha ido muy lejos y ahora esperamos que nuestros socios nos encuentren, no a mitad del camino, sino a una quinta parte del camino», ha dicho Varoufakis, que se ha mostrado convencido de que al final habrá «fumata blanca».
Se acaba el tiempo
Para el ministro español de Economía, Luis de Guindos, la carta griega debe «perfeccionarse» para que quede claro que Atenas pagará la deuda y cumplirá las condiciones y ha avisado de que queda «cada vez menos tiempo» por la expiración del programa el 28 de febrero y los problemas de liquidez helenos.
«Las reglas son que hay que cumplir los compromisos de pago derivados de la deuda, que la extensión del programa es global, es decir, que afecta tanto a la parte de financiación como a la parte de los compromisos», ha apuntado el ministro de Economía, que ha subrayado además que estos compromisos deben ser supervisados por «las llamadas instituciones, antigua troika o trío».
El presidente del Eurogrupo, el socialista holandés Jeroen Dijsselbloem, ha dicho que la reunión de este viernes será «muy difícil», aunque ha apuntado que hay «motivos para algo de optimismo».
«En una semana, el acuerdo que permite a Grecia ser ayudada por sus socios expira y es imperativo encontrar una solución», ha avisado el comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, que cree que «las posiciones se han acercado» pero «todavía queda camino por recorrer».
«Estoy convencido de que un acuerdo es posible y también necesario. Todo el mundo quiere lo mismo: una Grecia que se quede en la eurozona, un país que se recupere, con una economía competitiva, que dé prioridad a la justicia social, que responda a los problemas que se plantean para una parte de la población», ha señalado Moscovici.
El inicio de la reunión del Eurogrupo se ha retrasado más de tres horas para permitir contactos bilaterales y multilaterales en los que han participado Varoufakis, Dijsselbloem, Schäuble, Moscovici y también la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde. En el encuentro participa también el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi.