La Comisión Europea ha bajado a la tierra al gobierno español. Bruselas ha situado a España entre los países que requieren medidas políticas “decisivas” para arreglar los desequilibrios económicos.
España había recibido una advertencia desde Bruselas de que tendría que actuar para corregir dichos desequilibrios, que hoy persisten. Entonces concretó que no respeto 5 de 11 estándares aconsejados.
El comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, ha asegurado en rueda de prensa que “en España ha habido progresos, pero hay riesgos que subsisten”. El galo hace referencia a los altos niveles de desempleo, endeudamiento del sector público y privado y la posición “muy negativa” de la inversión internacional.
El déficit español es cercano al 5,5%, desde el 9% que había en 2011. La fecha límite para alcanzar el 3% es 2016. Es decir, que España deberá reducir el déficit en cerca de 25.000 millones, para ello tiene tres opciones. Recortar gasto en esa cifra, ingresar mediante impuestos esa cifra o reducirlo a través del crecimiento del PIB. Lo más probable es que se fie en el crecimiento del PIB, junto a un crecimiento de la recaudación gracias a la mejora de la economía.
Dos años más para Francia
La Comisión se ha mostrado laxa con Francia, a la que ha dado dos años para dejar su déficit público en el 3% del PIB. Quizás influenciada porque si aprieta más a los franceses podría ayudar el ascenso del Frente Popular de Marine Le Pen.
«Francia es el caso más complicado que hemos discutido hoy. Está claro que tiene que acelerar sus esfuerzos tanto en el plano de reformas estructurales como en el fiscal», dijo el vicepresidente de la Comisión para el Euro, Valdis Dombrovskis.
Moscovici ha defendido la decisión de dar más tiempo a Francia. «Damos dos años porque hay que ser realistas con las exigencias y severos en la evaluación de su respeto», ha indicado en la rueda de prensa anunciada por sorpresa para dar a conocer el resultado del examen a las economías europeas.
Bruselas también se ha mostrado más paciente con Italia y Bélgica. Ambos señalados como países “en riesgo” de no cumplir con el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. El vicepresidente del Ejecutivo comunitario, Valdis Dombrovskis ha explicado que “no es el momento” de abrir un expediente sancionador. Italia sigue sumida en una recesión de la que no parece haber salida. El ejecutivo de Renzi sigue encallado en sacar adelante las reformas pedidas desde Europa. Actitud contraria a la que se tiene con Grecia.