Hacía un mes exactamente que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no comparecía en el Congreso de los Diputados. Las elecciones andaluzas, la tragedia aérea de Germanwings y las largas vacaciones de Semana Santa ha ralentizado aún más la actividad parlamentaria. El debate que se ha celebrado este miércoles, para dar cuenta de las conclusiones del último Consejo Europeo celebrado el pasado 18 y 19 de marzo en Bruselas, estaba previsto para el 25 de marzo, pero se pospuso con motivo de la tragedia de los Alpes. Treinta minutos de discurso, que ha arrancado recordando a las víctimas de Germanwings y a los dos turistas españoles que días antes habían perdido la vida en un ataque terrorista perpetrado en Túnez.
Dicho esto, ha entrado en harina. Su objetivo en un importante año electoral como este: 'vender' sus éxitos y avances en política económica. Esta es su gran baza; y eso es lo que ha hecho este miércoles en el Parlamento Nacional. Rajoy ya habla sin tapujos de un «nuevo ciclo de crecimiento y prosperidad en España y en la Unión Europea». En este sentido, el presidente ha asegurado que España está «en la buena línea» para cumplir el objetivo de déficit en 2015 (4,2%) y para alcanzar el valor de cumplimiento del Pacto de Estabilidad y Crecimiento en 2016, dejando el saldo negativo de las cuentas por debajo del 3%, en el 2,8%.
Además, ha resaltado la importancia de la caída del precio que debe pagar España para financiarse en los mercados en las últimas semanas, hasta un interés negativo del 0,002% en el caso de las letras a 6 meses. «Es decir, los inversores pagan por prestar dinero a España», ha señalado el jefe del Ejecutivo, tras explicar que las mejores condiciones de financiación implicarán «dinero más barato» para las PYMES y créditos para aquellos que quieran emprender un negocio o ampliar el que ya tienen. Según Rajoy, el cambio de la situación económica ha sido «espectacular», pero siguiendo con el lema electoral de su partido, ha advertido de que «aún queda mucho por hacer». Así pues, ha anunciado que el Gobierno presentará ante Bruselas su Plan Nacional de Reformas y su Programa de Estabilidad, que será aprobado el próximo 30 de abril.
A 40 días de las elecciones autonómicas y municipales, y teniendo en cuenta el complicado panorama que dibujan las últimas encuestas para los 'populares', cualquier momento es bueno para realizar un balance positivo sobre la gestión de uno mismo. De esta forma, Rajoy ha destinado una gran parte de su intervención de este miércoles para poner en valor los datos que más le interesan: el crecimiento económico de España. «La Comisión Europea ha planteado un incremento del PIB español del 2,3% para este año y del 2,5% para 2016 en sus previsiones de invierno gracias al avance de la demanda interna, la mejora del mercado laboral, unas condiciones de financiación más asequibles, una mayor confianza y el descenso de los costes energéticos», ha recordado el presidente, que no se ha olvidado de la principal preocupación de los españoles: el empleo.
Según Rajoy, y haciéndose eco de los últimos informes remitidos por la Comisión, en España se intensificarán las mejoras en la creación de empleo en los próximos meses y que el paro descenderá al 20,7% en 2016. Según el presidente, el paro está disminuyendo a un ritmo interanual del 7,2% y el empleo está creciendo al mayor ritmo de los últimos quince años. Consciente de que las elecciones están próximas y que las cifras ya no son suficientes, ha dejado claro cuál es su «realidad más importante»: «la de esas personas, con sus familias, sus proyectos, sus anhelos, que van a tener la oportunidad de llevarlos a cabo».
Tratado de Libre Comercio entre la UE y EEUU
Y para ello se ha escudado en Europa. «No puedo sino felicitarme por el hecho de que el Consejo Europeo haya constatado la evolución favorable que ha seguido España y que haya ratificado al estrategia económica por la que nuestro Gobierno viene abogando en Europa desde comienzos de 2012», ha insistido Rajoy, que tampoco se ha olvidado de defender el Tratado de Libre Comercio con EEUU, tan criticado por la oposición parlamentaria. «Oscurantismo» y «falta de transparencia». Así lo han definido el diputado de la Izquierda Plural, Joan Coscubiela, y el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. «Su objetivo es crear otra gran área económica donde sólo gobiernen las corporaciones, y donde no haya control político», ha advertido Coscubiela.
Minutos antes, Rajoy había insistido en su importancia para «el crecimiento, el empleo y la inversión» y en la necesidad de «esforzarse al máximo» para llegar «antes de fin de año» a un acuerdo «global ambicioso» que sea «equilibrado» y que «ponga de manifiesto la visión compartida y el compromiso conjunto de los europeos y los estadounidenses». El líder de los socialistas ha dejado claro que su partido no se opone «a este tipo de acuerdos», aunque ha instado a comparecer más a menudo en el Hemiciclo y aportar más luz en el proceso de negociaciones.
El secretario general del PSOE tampoco se ha olvidado de que está en precampaña electoral. Ha aprovechado su intervención de este miércoles en el Congreso para hacer una promesa electoral. Sánchez ha asegurado que si su partido gana las próximas elecciones generales los debates sobre las cumbres de la Unión Europea que la Cámara acoge ahora tras la celebración de las mismas tendrá lugar antes de las citas comunitarias. Así pues, también ha empleado una buena parte de su tiempo en enmendar la gestión del actual Gobierno. El líder de los socialistas ha tachado la recuperación de «injusta e insolidaria» y ha acusado al Gobierno del PP de pretender que los ciudadanos «se resignen».