El Euríbor, índice al que están referenciadas la mayoría de las hipotecas en España, ha cerrado el mes de abril en el 0,18%, nuevo mínimo histórico, con lo que abaratará las hipotecas sujetas a revisión en unos 284 euros anuales.
El índice, que comenzó el mes en el 0,196% en tasa diaria, ha ido cayendo según han avanzado los días hasta situarse en el 0,171% en el último día de abril. Así pues, el Euríbor se sitúa en el 0,18%, lo que supone una caída de 0,424 puntos respecto al marcado en el mismo periodo del año anterior.
El analista de XTB Jaime Díez ha explicado a Europa Press que teniendo en cuenta los niveles en los que se mueve en la actualidad el Euríbor «lejos quedan los niveles de 0,6% del primer trimestre de 2014». «La caída ha sido tan previsible como veloz y sostenida», ha apuntado.
Díez ha indicado que la compra de deuda pública por parte del Banco Central Europeo (BCE) «se rumiaba» desde el segundo trimestre del pasado año, lo que comenzó a presionar el índice a la baja sin detenerse tras el anuncio de puesta en marcha del programa, aunque esta vez no se cumplió el famoso dicho de «compra con el rumor y vende con la noticia».
Según el experto, la expectativa no varía para el Euríbor a medio plazo, ya que se esperan nuevas caídas y niveles entre 0% y 0,1% para el segundo semestre del año.
En este sentido, ha apuntado que las entidades financieras «se ven desbordadas» por el dinero del BCE, las distintas emisiones de deuda pública a tipos negativos «hacen más atractivo el préstamo no sólo a sus clientes, sino también a otras entidades» y lejos quedan los riesgos sistemáticos donde los bancos «no se fiaban entre ellos». «A día de hoy todos saben que incluso en el peor caso los países saldrán a su rescate e impedirán un nuevo colapso», ha añadido.
Por todo ello, entiende que casi todas las variables apuntan a nuevas caídas y subraya que únicamente un desmesurado crecimiento en el crédito sin una correcta supervisión de dicho riesgo provocaría alzas sostenidas.
A su juicio y viendo todos estos indicadores, las repercusiones para la economía real de esta situación «son inmejorables», ya que propiciará una disminución en las cuotas hipotecarias, facilidades de créditos a empresas y reducción de costes financieros a distintos agentes. «En definitiva, un impulso para fortalecer el crecimiento económico que pueda mejorar el empleo y los raquíticos salarios», ha agregado.
No obstante, ha indicado que todo tiene su contrapartida. «Al igual que no hay tarta sin michelín o borrachera sin resaca, el lado negativo lo soportan en primera instancia las entidades financieras, que verán reducidos sus márgenes operativos y podrían pasar a luchar por rebajar los tipos fijos que añaden al Euríbor en los distintos préstamos», ha avanzado.
Díez ha advertido de que, en el más medio plazo, «la indómita situación actual» podría provocar una oleada de créditos a tipos bajos que en unos años pasarían a elevarse de manera sustancial, «dejando a buena parte de los distintos agentes con el pie cambiado si no han sido capaces de elevar sus ingresos de manera notable». «El tipo de recuperación que se está produciendo mantiene vigentes los temores de falta de ingresos», ha apostillado.