El comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, ha resaltado este martes que la recuperación en España es «sólida» y «fuerte», pero ha indicado que el paro sigue siendo «muy alto» y ha avisado de que todavía quedan «esfuerzos por hacer» en la reducción del déficit y de que el año electoral «no debe impedir actuar».
«Quiero dar un mensaje positivo sobre España: hay una recuperación fuerte del crecimiento en España, hay reformas que empiezan a dar sus frutos aunque deben continuarse», ha señalado Moscovici durante la rueda de prensa de presentación de las previsiones de primavera de la Comisión. «Nuestras previsiones muestran una recuperación sólida, fuerte, del crecimiento en España con una reducción del paro», ha insistido.
«Todo el mundo puede alegrarse, pero subrayando que el nivel de paro sigue siendo muy alto y que quedan todavía esfuerzos por hacer para reducir el déficit y para mejorar todavía la capacidad estructural de la economía», ha proseguido el comisario de Asuntos Económicos.
«No se nos escapa que hay un año electoral, pero los años electorales no deben impedir actuar en ningún lugar», ha zanjado.
La Comisión Europea ha revisado este martes al alza sus previsiones de crecimiento para España hasta situarlas en el 2,8% del PIB este año (cinco décimas más de lo que había calculado el pasado febrero) y el 2,6% en 2016 (una décima más) gracias a la mejora del empleo, la relajación de las condiciones financieras, el aumento de la confianza y los bajos precios del petróleo.
No obstante, la mejora es menos pronunciada en lo que se refiere a la tasa de paro, que se situará de media en el 22,4% en 2015 (una décima menos que lo previsto en febrero) y en el 20,5% al final de 2016 (dos décimas menos). Además, pese al mayor crecimiento, Bruselas prevé que España incumpla su objetivo de reducción del déficit tanto este año (4,5% en lugar del 4,2% comprometido), como en 2016 (3,5% en lugar del 3%).
Además, alerta de posibles «riesgos» adicionales para el déficit por «el impacto real de la reforma fiscal, los pasivos contingentes en el sector de las autopistas y los riesgos de aplicación en un año electoral».
El Ejecutivo comunitario calcula que la deuda pública seguirá aumentando hasta el 100,4% este año y al 101,4% en 2016. La tasa de inflación se mantendrá en negativo a corto plazo al -0,6% en 2015 por la caída de los precios del petróleo. En 2016, la inflación volverá a territorio positivo, pero se mantendrá en un nivel bajo del 1,1%.
Las previsiones de Bruselas son ligeramente menos optimistas que las del Gobierno de Mariano Rajoy, que el pasado jueves pronosticó un crecimiento del 2,9% tanto para 2015 como para 2016. También en materia de paro, las autoridades españolas prevén mejores cifras que el Ejecutivo comunitario, con un 22,1% este año y un 19,8% en 2016. Y el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, sostiene que España cumplirá sus metas de déficit.
En todo caso, España será entre los grandes Estados miembros de la eurozona el que más crezca este año, por encima de Alemania (1,9%), Francia (1,1%) o Italia (0,6%) y a un ritmo que casi duplicará la media de los países que comparten la moneda única (1,5%). Sólo Irlanda y Malta (3,6%), Luxemburgo (3,4%) y Eslovaquia (3%) crecen a un ritmo superior, mientras que Lituania se sitúa al nivel de España.
Además, Bruselas considera que a corto plazo dominan los factores positivos que permitirían revisar al alza las revisiones -como un mayor aumento del consumo privado y de la inversión, especialmente en equipo- sobre los riesgos, como mayor volatilidad en los mercados financieros y la desaceleración en algunas economías emergentes.
La Construcción se recupera
«Se prevé que el crecimiento gane un mayor impulso respaldado por las perspectivas mejoradas en el mercado laboral, la relajación de las condiciones de financiación y una confianza renovada, pero también ayudada por el entorno exterior favorable y una posición fiscal menos restrictiva», asegura el Ejecutivo comunitario en el capítulo dedicado a España en sus tradicionales previsiones económicas de primavera.
«Estos factores sostendrán el crecimiento durante el horizonte de las previsiones, pese a la continua rémora de los altos niveles de endeudamiento público y privado y el desapalancamiento», argumenta la Comisión, que prevé que «el ajuste de los desequilibrios externos de España se acelere en comparación con 2014».
El consumo privado se mantendrá fuerte gracias a un crecimiento del empleo mayor del previsto y a un aumento de la renta disponible, que se beneficiará además de la caída de los precios durante 2015 y de la baja inflación después. Ello permitirá que la tasa de ahorro de los hogares, actualmente en niveles bajos, se incremente de forma moderada a corto plazo y que se reduzca el endeudamiento.
El aumento de la demanda, la mejora de las condiciones de financiación y el aumento previsto de las exportaciones favorecerán un aumento de la inversión. Además, «tras siete años de ajuste, se prevé que la modesta recuperación en la construcción, incluyendo en la inversión residencial, gane algo de fuerza en 2015 y 2016».
Las exportaciones se acelerarán en 2015 y 2016 gracias a las continuas mejoras en la competitividad y la recuperación en los principales mercados de exportación de España. Al mismo tiempo, tras el fuerte aumento experimentado en 2014, las importaciones se moderarán, por lo que el superávit por cuenta corriente aumentará al 1,6% en 2015 y se quedará en el 1,4% en 2016.
La Comisión prevé que el empleo aumente a un ritmo del 2,7% este año y del 2,5% en 2016 gracias a la moderación salarial y a incrementos sólo modestos en los costos laborales unitarios nominales.