El Ibex 35 ha cerrado la sesión de este martes con un recorte del 1,08%, lo que ha llevado al selectivo a alejarse de los 11.400 enteros (11.322,6) ante las dudas que persisten tras la reunión del Eurogrupo celebrada ayer para debatir la situación de Grecia.
En el mercado de deuda, la prima de riesgo se colocaba en 116,8 puntos básicos, con la rentabilidad del bono a diez años en el 1,84%. Mientras, en el mercado de divisas el euro se intercambiaba a 1,1234 'billetes verdes'.
Indra se ha consolidado como el 'farolillo rojo' de la jornada al ceder un 7,17% después de anunciar ayer la suspensión del dividendo. Tampoco han conseguido mantener el tipo IAG (-2,68%), Enagás (-1,59%), BME (-1,55%) y Santander (-1,47%).
El otro brazo de la balanza lo han ocupado ArcelorMittal, que ha repuntado un 3,97%, Bankinter (+1,26%) y Amadeus (+1,08%). Técnicas Reunidas (+0,81%) y Sacyr (+0,71%) han completado los cinco primeros puestos del ranking de subidas.
El negativo se ha impuesto entre los grandes valores, que han llegado al cierre de sesión teñidos de rojo, encabezados por Santander (-1,47%). Telefónica ha perdido un 1,1%, Endesa un 0,6%, BBVA un 0,55%, Inditex un 0,43%, Repsol un 0,41% e Iberdrola un 0,11%.
De este modo, el Ibex ha compartido sus pérdidas con las principales plazas europeas: Francfort se ha dejado un 1,59%, Londres un 1,18% y París un 0,96%.
El estratega de mercados de IG Daniel Pingarrón ha explicado que el Ibex 35 ha sido el índice que menos ha caído de Europa al verse favorecido por el mejor tono que han mantenido los bancos durante la sesión de este martes. «En cualquier caso, hoy han confluido tres factores: dos de ellos, muy bajistas para las Bolsas, y el tercero, ambiguo», ha indicado.
Sobre este último, Pingarrón se ha referido a la reunión del Eurogrupo de este lunes, que dejó sensaciones «mezcladas» sobre el futuro de Grecia. El experto también ha apuntado que la subida del precio del crudo y la revisión al alza de las previsiones de crecimiento en la Eurozona han venido a «alterar» el comportamiento de un mercado con una fuerte acumulación de «flujos especulativos», sostenidos por la seguridad de que el BCE inyectará 60.000 millones mensuales hasta finales del próximo año.
«En el momento en el que se ha dudado mínimamente de esa seguridad, la salida de capitales se ha acelerado, anticipando lo que pasará en el futuro cuando aumente la sensación de final del QE», ha atisbado.