El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha anunciado que España devolverá el tercer pago anticipado del rescate bancario el próximo mes de julio, cuando se abre una «ventana de posibilidad» con el Mecanismo Europeo de Estabilidad (Mede) que el Gobierno prevé «aprovechar».
En un desayuno informativo organizado por Europa Press, Guindos ha explicado que el Mede tiene un perfil de vencimiento que permite devolver parte del rescate bancario. «Parece que habrá una posibilidad en julio y lógicamente la vamos a aprovechar», ha afirmado.
El ministro no ha concretado la cifra a devolver en el que será el tercer reembolso del rescate bancario. España ya devolvió de forma anticipada 1.300 millones de euros en 2014 y otros 1.500 millones en marzo.
España recibió de la UE en 2012 unos 41.300 millones de euros para sanear el sector financiero. El ministro ha destacado que la banca española ahora es «solvente», lo que contribuye a la recuperación de la economía española. «No hay recuperación sin un sector bancario saneado. Si no lo hubiéramos saneado, habríamos acabado rescatados», ha enfatizado,
Guindos ha defendido las ayudas públicas a la banca, del entorno de los 60.000 millones, con el fin de rescatar a los depositantes y ha advertido de que «nos hubiera llevado por delante» si se hubiera reproducido en alguna de las cajas de ahorros nacionalizadas la situación de Banco Madrid, en concurso de acreedores.
El titular de Economía ha garantizado que existe «recorrido» para recuperar las ayudas pública, al poner en valor que Bankia y BMN, en las que el Estado tiene participación, están «muy bien gestionada».
Preguntado sobre eventuales desinversiones antes de que finalice la actual Legislatura, Guindos se ha limitado a señalar que 2017 es el límite contemplado. «El horizonte temporal lo vamos a aprovechar», ha indicado, para después responder sobre si habrá alguna colocación privada durante este año: «No le digo ni que sí ni que no».
Ajuste notable en la banca
Guindos ha defendido que la banca española ha realizado un ajuste «muy notable» y un esfuerzo de consolidación, y ha destacado que el ciclo económico ahora es diferente pese a que «siempre pueden quedar cosas que hacer».
Por último, ha reivindicado que el G-20 ha puesto en marcha «muchísima» regulación en la banca durante los últimos años, por lo que no ha abogado por más regulación pública en el sector financiero mundial.