Los líderes de Alemania, Francia, y los jefes del Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Central Europeo y la Comisión Europea se han reunido en la noche de este lunes en Berlín y han acordado seguir en estrecho contacto en los próximos días para trabajar sobre las negociaciones sobre la deuda griega, según ha explicado un portavoz del Gobierno alemán.
La discusión ha girado en torno al estado de las negociaciones con Atenas, que en conjunto con sus acreedores de la zona euro y el FMI intentan alcanzar un acuerdo para evitar que Grecia caiga en una moratoria de su deuda y potencialmente abandone el bloque monetario.
«Acordaron que el trabajo debe continuar con intensidad», ha explicado el portavoz, después de que la canciller alemana, Angela Merkel, recibiese al presidente francés, Francois Hollande, al jefe de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, a Mario Draghi del BCE y a Christine Lagarde del FMI.
«Los participantes en las conversaciones estuvieron en estrecho contacto en los últimos días y quieren que esto se mantenga en los próximos días entre ellos y, por supuesto, con el Gobierno griego», ha sentenciado el portavoz.
El encuentro, que no estaba previsto, se produce después de que el primer ministro griego, Alexis Tsipras, arreciara en las críticas a los prestamistas internacionales y cuando se aproxima el final del plazo fijado por los responsables de la eurozona, que se agota el próximo viernes, para conseguir un acuerdo para desbloquear un nuevo tramo del préstamo para Grecia y que éste sea refrendado en el Parlamento griego. Ese viernes, Atenas debe pagar 300 millones de euros al FMI.
En un artículo publicado en el periódico francés 'Le Monde', Tsipras ha acusado a las instituciones internacionales de realizar «propuestas absurdas» y de pasar por alto la democracia griega. «La falta de un acuerdo hasta ahora no se debe a la supuesta postura griega intransigente, inflexible e incomprensible. Se debe a la insistencia de ciertos actores institucionales en presentar propuestas absurdas y desplegar una total indiferencia a la reciente opción democrática del pueblo griego», ha argumentado Tsipras.
En cualquier caso, ha destacado que las instituciones europeas e internacionales están dispuestas a ser flexibles y que también el Gobierno griego está dispuesto a comprometerse y ceder en materia de privatizaciones, por ejemplo, a pesar de que su partido, la Coalición de la Izquierda Radical, está en contra.
Tsipras ha defendido en cambio la reinstauración de la negociación colectiva en materia laboral y su postura sobre pensiones. Así, ha planteado la disposición del Gobierno a integrar los fondos de pensiones en el sistema público y a retrasar la edad de jubilación anticipada, pero ha rechazado nuevas rebajas de las pensiones, reducidas al 48 por ciento en los cinco últimos años.