El vicepresidente de la Comisión Europea (CE) para el Euro y el Diálogo Social, Valdis Dombrovskis, considera que es posible que Grecia llegue a un acuerdo con sus acreedores sobre las reformas necesarias para desbloquear la ayuda, pero reclamó al Gobierno heleno «voluntad política» y un «empujón final» para lograrlo.
En una rueda de prensa con el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, en Madrid, Dombrovskis afirmó que se han hecho «muchos progresos» en las últimas semanas y resaltó que si hay voluntad política, sobre todo por la parte griega, hay posibilidad de llegar a un acuerdo. «Le toca a Grecia dar ese empujón final para llegar al acuerdo», agregó.
El vicepresidente de la CE defendió que la propuesta de las tres instituciones es «una buena base» para ese acuerdo y aseguró que mantienen una postura flexible, ya que si Grecia no está de acuerdo con algunas de las medidas propuestas se pueden reemplazar por otras de igual valor fiscal.
En este sentido, remarcó que es «importante» que el Gobierno griego «no sólo comunique lo que no quiere», sino que también presente «alternativas creíbles» sobre lo que quiere hacer.
Dombrovskis insistió en el que el acuerdo «es posible», pero agregó que no se trata únicamente de debatir sobre cifras y llegar a un acuerdo intermedio, sino que es necesaria una «estrategia creíble» para que Grecia restaure su estabilidad financiera y el crecimiento económico.
«No es un últimatum»
Por su parte, De Guindos coincidió con el vicepresidente de la Comisión en que se puede llegar a un acuerdo y subrayó que la propuesta que las instituciones han puesto encima de la mesa a Grecia «no es un ultimatum» y recoge las bases adecuadas para fijar la política económica que debe seguir el país heleno en los próximos meses.
En esta línea, agregó que el cuadro de reformas propuesto es «el adecuado» y un punto de partida, pero también aseguró que existe flexibilidad y si se presentan alternativas equivalentes los socios europeos están abiertos a analizarlas, como se ha hecho siempre.
«Espero y deseo que haya un acuerdo con Grecia, pero tiene que ser un acuerdo respetando una serie de principios», incidió el ministro, que resaltó que el objetivo fundamental es que el país vuelva a crecer, a ser una economía competitiva y a generar empleo, al mismo tiempo que se despejan las dudas sobre su liquidez.