El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha negado este jueves que uno de los miembros del directorio de la entidad, el francés Benoit Coeuré, filtrara información privilegiada a banqueros y gestores de fondos de inversión durante un encuentro en mayo.
Draghi ha atribuido el problema a un «error interno de procedimiento» y ha dicho que en cualquier caso la información ya era de conocimiento público, según señala en la carta que ha remitido a la Defensora del Pueblo Europeo, Emily O'Reilly, que le había pedido explicaciones por este caso.
La polémica se refiere a un discurso que dio Coeuré en Londres el pasado 18 de mayo, en el que anunció que el BCE adelantará a los meses de mayo y junio parte de sus compras de deuda pública y privada con el fin de compensar el impacto de las vacaciones estivales en la liquidez de los mercados. Sin embargo, el anuncio de Coeuré sólo se hizo público en la web del BCE 12 horas más tarde.
«De ninguna manera los miembros del consejo ejecutivo utilizan o tienen intención de utilizar eventos que no son públicos para desvelar información confidencial o sensible para los mercados», asegura Draghi en su misiva de respuesta a la Defensora del Pueblo. Esta información sólo se transmite por «los canales de comunicación previstos» del BCE y los miembros del directorio están sujetos al «secreto profesional».
El presidente del BCE ha sostenido que el aumento moderado de las compras en mayo ya era «claramente visible» en la información semanal que difunde la autoridad monetaria y por tanto se trataba de una «información públicamente disponible». El retraso de la publicación del discurso se debió a un «error interno de procedimiento» y el BCE introducirá controles extra para evitar que se repita, según dice Draghi.