martes, septiembre 24, 2024
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Los griegos deciden su futuro en un referéndum en que nada es lo que parece

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Nadie entiende nada. Tras cinco meses de negociaciones enmarañadas con dobles mensajes y lenguaje cuasi bélico, ahora todo eso llega a los ciudadanos europeos. Llega porque Syriza, el partido de extrema izquierda que Gobierna en Grecia, decidió romper las negociaciones que parecían ‘casi hechas’ y convocar un referéndum. Ahora a los griegos les bombardean desde un frente u otro con alabanzas y miedos y con un doble mensaje que resulta peligroso.

El primer ministro heleno, Alexis Tsipras, ha monopolizado la televisión pública griega (reabierta recientemente, casualmente) junto con el ministro de finanzas, Yanis Varufakis, para pedir el ‘no’. Aquí empieza el primer discurso cruzado que nadie entiende. Por una parte, Syriza afirma rotundamente que el ‘no’ en el referéndum les dará mayor poder de negociación. Una de sus últimas declaraciones de Tsipras han sido que “el referéndum del domingo no determinará la continuidad de Grecia en la Unión Europea”.

Por otra parte, los altos mandatarios europeos han avisado que el ‘no’ supondrá salir del euro. El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, afirmaba que “votar ‘no’ es decir ‘no’ a Europa”. También se han refrendado ese mensaje desde Berlín, París o Roma.

Aunque luego también está el ministro de Economía y Competitividad español, Luis de Guindos, que ha asegurado que aunque salga el ‘no’ se podría negociar. En definitiva, que ni en Bruselas se aclaran (o solo es el ministro español).

Escenarios si gana el ‘no’

En principio si el pueblo griego refrenda la política de Syriza solo hay dos opciones: duras negociaciones con Bruselas o la salida del euro. En el primer caso, todos los ministros y jefes de Estado ya han advertido que va a ser muy complicado renegociar un nuevo rescate, que podría superar los 50.000 millones de euros. El ministro de finanzas alemán, Wolfang Schäuble, ha advertido de que las negociaciones tras el referéndum serán “muy difíciles” (contando que gana el sí). De Guindos ha subrayado que “el ‘no’ hará todo mucho más difícil”. Además, las negociaciones deben hacerse contrarreloj, ay que, en apenas dos semanas Grecia debe hacer frente al pago de 3.460 millones el Banco Central Europeo. Si el ejecutivo griego no paga (no podrá hacerlo sino hay acuerdo) Mario Draghi, presidente del BCE, presionaría el botón rojo y se produciría el segundo escenario. Grecia en el euro pero sin euros.

Sin acuerdo, Grecia está abocada a emitir su propia moneda para poder hacer frente a sus pagos y rescatar a su sistema bancario. En el momento que se produzca impago, a la banca griega solo le quedaría la posibilidad de ser liquidada: a través de quitas en todos los depósitos (incluidos los que estén por debajo de 100.000 euros) o recatada con una nueva divisa.

La llegada de la nueva divisa impondría una situación complicada en Grecia. En un principio, tanto el euro como la nueva moneda tendrían una paridad establecida por el Gobierno heleno pero rápidamente se depreciaría, dicen algunos expertos que podría caer un 40%. La situación se haría ingobernable y Grecia podría pedir su salida de la Unión Monetaria.

Escenarios si gana el sí

En el caso del ‘sí’ el mensaje también se vuelve contradictorio. Por un lado, las bonanzas del discurso de los acreedores. En los últimos días se ha escuchado a Alemania hablar de posibles reestructuraciones e incluso un informe publicado por el Fondo Monetario Internacional que habla abiertamente de reestructuración de deuda y quitas ¿Casualidad? Resulta raro que tras más de cinco meses de negociaciones ahora esten abiertos a posibles quitas. Por la otra parte, desde Syriza, se habla de que un ‘sí’ significaría que el partido podría disolver el Gobierno y convocar elecciones.

De nuevo se abren dos escenarios completamente distintos para Grecia aunque fuertemente condicionados por lo que decida hacer Syriza. En principio, el ‘sí’ mejoraría las condiciones de la negociación. De Guindos decía el viernes al respecto que “si gana el 'sí' lógicamente el proceso de negociación entre el Ejecutivo de Alexis Tsipras y sus acreedores será mucho más sencillo, mucho más fácil y mucho más viable».

En el momento en que se produzca la petición del tercer rescate se abrirían los mecanismos para llevarla a cabo. El proceso duraría al menos un par de semanas, aunque según fuentes europeas se podría conseguir en unos días al ser de urgencia. En definitiva, volver a empezar de cero pero con los bancos cerrados y hundidos y por supuesto, con nuevas condiciones, ya que, el programa de rescate llevaría implícito un nuevo Mou. Todo ello podría evitar el impago al BCE.

Todo cambia si Tsipras cumple con su amenaza y abandona. Sin Gobierno no serían posibles las negociaciones y habría que esperar a que se formase un nuevo Gobierno tras las elecciones. Todo ello sin saber que partidos se presentarían y con un nuevo peligro a la vista, que Amanecer Dorado pudiera hacerse con el control en Grecia.

En definitiva, la situación no es fácil y el referéndum no va a servir para mejorar mucho las cosas. Además, revertir la actual situación de control de capitales resulta complicado. Salga sí o salga no en el referéndum el corralito es probable que se alargue, ya sea porque se produzca de nueva una fuga de capitales (sí) al abrir las entidades o porque desde Syriza se quiera forzar convertir los depósitos en euros en la nueva moneda (no). Con ello la actual situación de descontrol que invade a Grecia se prolongaría. Las restricciones monetarias han agravado la situación en hospitales del norte donde se están enfrentando a un grave problema de desabastecimiento de alimentos.

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