La irrelevancia española en Europa vuelve a ponerse de manifiesto una vez más. Jeroen Dijsselbloem, actual presidente del Eurogrupo, seguirá en el cargo durante los próximos dos años acabando con el sueño europeo del ministro español de Economía, Luis de Guindos. La gran baza que jugaba España para conseguir ‘algo de poder’ en las instituciones europeas se ha esfumado y con ello el espaldarazo al Gobierno popular que se esperaba desde el Partido Popular.
Poco importa los avances económicos del país o que el Fondo Monetario Internacional destacase que España sería la economía desarrollada que más crezca. Tampoco ser reconocidos como el milagro de Europa. Las alabanzas quedan muy bien para vender ciertas políticas hechas en España pero no olvidan las carencias de la economía española que De Guindos no ha sabido solucionar. Entre ellas una tasa de paro solo superada por Grecia, un endeudamiento masivo y uno de los déficits más altos del mundo.
Más allá de los últimos datos económicos que se han tratado de vender en España, la gran apuesta del ministro español era la poca representación en las instituciones europeas. España es una de las potencias de Europa, la tercera por el tamaño de su economía, y tan solo un nombre sobresale, el de Miguel Arias Cañete como Comisario de Energía. Además, a la poca representación española se sumaba la alta de Holanda (país de procedencia de Dijsselbloem) con: Frans Timmermans como vicepresidente de la Comisión y el recién nombramiento de Alenxander Italinier como nuevo secretario general de la Comisión. Ahora Dijsselbloem proseguirá en su puesto dos años más.
El ninguneo a España resalta si se detalla los nombres de los grandes puestos, todos o casi todos bajo la influencia de las grandes economías salvo de la española. Italia por ejemplo tiene a Mario Drgahi como presidente del BCE y a Federica Mogherini como alta representante exterior de la Unión Europeo, puesto este último exigido por el propio Matteo Renzi. Francia cuenta con representación en una de las carteras más importantes de la UE, Pierre Moscovici es el Comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros. Los países del Benelux tienen a Jean Claude Juncker como máximo exponente en la Comisión y hasta Polonia ha conseguido colocar a Donald Tusk al frente del Consejo Europeo.
Dijsselbloem liderará las negociaciones con Grecia
De Guindos se había convertido en la cara amable durante las duras negociaciones con los griegos. Tras anunciar el referéndum el ministro español fue de los pocos que no cerraron en ningún momento la puerta a un nuevo acuerdo, incluso si salía el ‘no’. Comedido en sus declaraciones de Guindos siempre se mostró partidario de llegar a un buen acuerdo, borró de sus declaraciones los famosos 26.000 millones que Grecia debe a España. Incluso se decía del ministro español que era la persona más cercana del ministro de Finanzas griego, Yannis Varoufakis.
Por su parte, Dijsselbloem ha chocado con los griegos desde el primer momento. Para el recuerdo como uno de los momentos más extraños de los últimos tiempos su primera reunión con Varufakis que acabó con el holandés perdiendo los nervios. Aunque no ha sido la única vez que Dijsselbloen ha perdido los nervios en las negociaciones.
El holandés permanecerá como uno de los pilares de los países europeos en la negociación con Grecia que pese al acuerdo podría volver a torcerse y complicarse si los Parlamentos ponen pegas al mismo. Grecia podría adelantar elecciones generales para este próximo año como ya ha advertido un ministro de Syriza.
Imágenes que hablan por sí solas
Una imagen vale más que mil palabras, suele rezar un dicho español. La instantánea del presidente de España, Mariano Rajoy, sentado solo mientras los demás líderes europeos se reunían detrás suyo. Pronto se convirtió en una imagen viral pero más allá resultar graciosa parece paradigmática de la situación española. Tampoco es justo culpar solo al Gobierno del Partido Popular de tan lamentable imagen, como raudo se ha apresurado el PSOE en voz de su portavoz, Pedro Saura, al indicar que el fracaso de Luis de Guindos se debía a la “irrelevancia” de Rajoy en Europa.
Deben recordar los socialistas que hace siete años la imagen se repetía con el que era presidente del Gobierno por aquellos tiempos, José Luis Rodríguez Zapatero. Las imágenes explican el poco o casi nulo peso de España allá por donde se mueve.
Aunque si algo se debe reconocer al ministro español es que no le faltan amigos en las reuniones a las que asiste. De Guindos genera simpatías entre colegas, valorado por su amabilidad, trato afable y facilidad para tener una buena relación y conversación gracias a su inglés fluído.
La otra economía española
Más allá de los datos eufóricos macroeconómicos desde las altas instancias de Europa siguen viendo graves deficiencias en la economía española. Bruselas ha repetido durante varias ocasiones que el mercado laboral prosigue con “fuertes” deficiencias como son: los tipos de contratos, su temporalidad o el salario que se paga por ellos que influye negativamente en el resto de la economía.
Los datos macro que da el PP también esconden mucha letra pequeña y matizaciones. Empezando por la tasa de paro que es la segunda más alta de España. Entre otros datos que ya se publicaron (aquí) resaltan:
– Cada español debe ahora en concepto de deuda pública 22.252 euros, mientras que en 2008 eran 9.500 euros.
– Durante los más de tres años de gobierno de Mariano Rajoy la deuda ha crecido en más de 300.000 millones. Una media de 250 millones de euros cada día.
– España es el décimo país del mundo con mayor volumen de deuda
– Si se reconocen todas las deudas de España, algunas no computan para Eurostat, ascienden a 1,4 billones de euros.
– Es el quinto país del mundo con mayor déficit público, aunque ha bajado puestos en los últimos años.
– En 2014 España creció un 1,4% (0,9% si se mide el PIB a precios de mercado) y para ello endeudó al país en más de 67.000 millones, es decir, para crecer un euro endeudó a los españoles en casi cinco.