El Parlamento de Grecia ha aprobado en la madrugada de este jueves el paquete de medidas de austeridad reclamadas por los acreedores a cambio de un tercer rescate, según ha informado el diario griego 'Kathimerini'.
La votación se ha saldado con 229 votos a favor de los 300 con los que cuenta el Parlamento, si bien 38 representantes del gubernamental Syriza se han abstenido o han votado en contra, entre ellos el exministro de Finanzas Yanis Varoufakis; el ministro de Energía, Panagiotis Lafazanis; el viceministro de Trabajo, Dimitris Stratoulis; y la presidenta del Parlamento, Zoe Constantopoulou.
La votación se ha celebrado después de un acalorado debate en el que decenas de parlamentarios del ala más izquierdista de Syriza se rebelaron contra el primer ministro, Alexis Tsipras, oponiéndose al paquete de medidas.
Tsipras pidió antes de la votación que se aprobara el paquete de medidas, argumentando que no hay alternativa y subrayando que no está de acuerdo con las mismas.
«No creemos en ello, pero estamos forzados a adoptarlo», dijo el primer ministro griego antes de la votación sobre las medidas, que debían ser aprobadas por el Parlamento antes de que los socios europeos acuerden abrir conversaciones para un nuevo rescate.
Los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona aplazaron al jueves su reunión por teleconferencia con el objetivo de «dar más tiempo a la negociación» sobre la ayuda inmediata que necesita Grecia para hacer frente a sus vencimientos más urgentes, y para la que Bruselas ha propuesto un crédito puente de 7.000 millones de euros.
Aunque la reunión no se había convocado aún formalmente, sí se contaba con que fuera a tener lugar este miércoles, 15 de julio, día en que se cumple el plazo dado al Gobierno griego para aprobar las reformas preliminares que le exigen sus acreedores antes de empezar a negociar un tercer rescate.
Sobre la mesa, los ministros tienen pocas opciones para definir la financiación puente que necesita Atenas para poder hacer frente a los 7.000 millones de euros que debe pagar a diversos acreedores de aquí al 20 de julio, incluido un vencimiento de 3.500 millones de euros al Banco Central Europeo (BCE).
El Gobierno heleno necesitará otros 5.000 millones de euros antes de mediados de agosto, según las estimaciones de la troika, que han calculado en entre 82.000 y 86.000 millones de euros las necesidades financieras del país hasta 2018.
Bruselas ha presentado formalmente una propuesta para utilizar el Mecanismo Europeo de Estabilidad Financiera (EFSM, por sus siglas en inglés) para conceder un crédito puente de tres meses y 7.000 millones de euros.
Este es un fondo que gestiona la Comisión Europea y que cuenta como aval con los presupuestos de la Unión Europea, por lo que necesita el visto bueno de los Veintiocho para ser activado. Inicialmente contaba con unos 60.000 millones de euros, pero tras ser empleado en los rescates de Portugal e Irlanda quedan disponibles 13.200 millones de euros, según fuentes comunitarias.
La ventaja es que su tramitación no requiere la aprobación parlamentaria, lo que agiliza el proceso, pero en contra tiene que varios países que no pertenecen al euro (sobre todo Reino Unido, pero también otros como Suecia y Dinamarca) han mostrado sus reservas.
Altercados entre Policía y manifestantes
Manifestantes antisistema han lanzado decenas de cócteles molotov contra la Policía delante el Parlamento en Atenas este miércoles antes de la votación sobre el acuerdo para un tercer rescate de Grecia, en uno de los peores altercados en más de dos años.
La Policía ha respondido con gases lacrimógenos, obligando a cientos de personas ha abandonar la céntrica plaza Sintagma.
Previamente, miles de personas se habían echado a las calles de Atenas en una serie de marchas pacíficas durante el día para protestar contra el acuerdo cerrado por Grecia y los acredores, que obligará a nuevos recortes y reformas a cambio de un tercer rescate.
Los enfrentamientos con la Policía han sido poco frecuentes desde que la coalición de izquierdas Syriza llegó al poder el pasado mes de enero.
Justo antes de los altercados, los manifestantes han marcha enarbolando pancartas en las que se leía «cancelar el rescate» y «no a las políticas de la UE, el BCE y el FMI».
«Más austeridad es inaceptable», ha subrayado Stavros Koutsioubelis, un portavoz del sindicato del sector público ADEDY, reclamando a los parlamentarios que rechazaran el acuerdo.