Es el nombre propio de la política estadounidense en las últimas semanas, por desgracia para la propia política norteamericana. Excéntrico, vocinglero y sin reparos para disparar contra quien haga falta, dialécticamente claro. En sus muchas intervenciones ha llamado violadores a los mexicanos y tonto tanto a un héroe de guerra y símbolo del partido demócrata como al Gobernador de Texas. Se trata de Donald Trump, el showman multimillonario que lidera las encuestas republicanas para la Casa Blanca.
Aunque si por algo destaca Trump, si se omiten sus declaraciones, es por ser rico, inmensamente rico. Es más, se trata del candidato con mayor fortuna no solo en las próximas elecciones sino probablemente en la historia. “Soy realmente rico” aseguró con una amplia sonrisa, aunque varios medios y distintos expertos dudan de que la fortuna de la que alardea Trump sea real.
Días antes de dar el pistoletazo de salida a su campaña declaraba ante ‘Bloomberg’ que su fortuna ascendía a unos 10.000 millones de dólares. Una vez iniciada la campaña y tras acusar a México de enviar a EEUU “drogas”, “criminales” y “violadores” afirmó que su patrimonio neto en realidad ascendía a 8.700 millones de dólares. Primera rectificación. La segunda rectificación, menos afortunada, sería sobre sus palabras de los inmigrantes mexicanos aclarando que algunos de los que llegan “son buenos, supongo”. Además, añadió que de ser presidente construiría un muro que haría pagar al propio México. La primera de sus muchas salidas de tono que le han hecho subir como la espuma.
Uno de los más críticos con la fortuna de Trump ha sido el columnista de ‘The Washintong Post’ y ganador de siete Premios Loeb (uno de los premios más prestigiosos del periodismo de negocios), Allan Sloan. El columnista no es el único que cifra en una cuantía inferior la fortuna del multimillonario, la revista Forbes en su famosa lista le sitúa en el puesto 405 con un patrimonio de 4.100 millones de dólares.
Subjetividad de la ‘marca Trump’
Su propio nombre es una marca y como tal, su valoración es difícil de cuantificar. Existe una anécdota sobre Trump, en la que aparecía ante un empleado suyo que veía su propia canción (sí, Donald tiene su propio tema creada por el rappero Mac Miller) y decía golpeando el monitor “noventa y nueve millones de vistas”, “eso es marca”.
El propio Trump asegura que tanto su marca como sus diversas licencias de bienes raíces (real estate licensing deals), que no se pueden mover (bienes inmuebles), están valorados en más de 3.300 millones de dólares. La valoración de Trump dice Sloan “no es creíble sin ninguna certificación”. Por lo que una tercera parte de su fortuna no es creíble.
Propiedades en Nueva York
Otro grueso importante en la fortuna de Trump son las propiedades comerciales y residenciales que posee en Nueva York, en total más de 2.000 millones. La propiedad más famosa es su propio rascacielos conocido como Torre Trump, lugar donde dio inició a su campaña, situada en la Quinta Avenida de Nueva York. Otra de sus grandes propiedades son 12 pisos de oficinas y sobre todo un local de Gucci con hasta tres plantas subterráneas de la dijo que su valor superaba con creces el dinero del candidato republicano a la Casa Blanca en 2012, Mitt Romney.
A pesar de las bravuconas palabras de Trump, Sloan también pone en entredicho la valoración de esos activos. En concreto, el articulista refleja que las propiedades representan un valor de 332 millones de dólares en el balance, cerca de dicha valoración también se mueve Bloomberg, en concreto los cifró en 400 millones de dólares. De nuevo, se vuelve a poner en duda la valoración que hace Trump.
Más valoraciones ‘infladas’
Trump habla de instalaciones y patrimonio inmobiliario cercano a los 2.000 millones de dólares. En concreto, el multimillonario posee diferentes resorts y hasta 20 campos de golf entre Estados Unidos, Escocia y Puerto Rico. Pero el balance no deja claro de nuevo la valoración, los pasivos son de 146 millones una deuda de la Sloan dice que es “demasiada poca para su valor”.
Habla también de unos 900 millones por sus propiedades participadas, aunque no se conoce muy bien esas propiedades. Además, sus propiedades en desarrollo dice que valen 301 millones aunque los pasivos advierte de nuevo Sloan solo tiene cerca de siete millones. Además, de otros conceptos como los 317 millones en “otros activos” o los más de 300 millones en “dinero en efectivo y valores negociables” que levantan sospechas y podrían tratarse de ingeniería financiera. Como dice Sloan sutilmente los apuntes “se definen de una forma no convencional”.
Aunque lejos de lo que él proclama, su fortuna es gigantesca y le permite gastar cuánto dinero quiera en su campaña lo que le permite liderar las encuestas republicanas. Es improbable que Trump consiga imponerse, en las últimas primarias republicanas nombres con discursos tan extravagantes como él (Bachmann, Cain o Gingrich) lideraron las encuestas hasta sucumbir contra Romney. Lo normal es que Jeb Bush, Rand Paul, Scott Walker o Marco Rubio pronto lo superen aunque con dinero (mucho) y su insensibilidad a las críticas nunca se sabe.