La presentación de los Presupuestos Generales del Estado de 2016 ha evidenciado la actitud del Gobierno de Mariano Rajoy desde su llegada y ahora, meses antes de las elecciones, ha fortalecido intentando seducir a los dos grandes focos de votos en España: pensionistas y funcionarios. Por el contrario, el PP dejará en el camino un número amplio de personas que actualmente no tienen trabajo ni ayuda por desempleo.
Entre pensionistas y funcionarios en España suponen más de 11 millones de votos (en 2011 consiguió una mayoría absoluta amplia con 10,8 millones de votos), mientras que el bloque de desempleados sin ninguna ayuda apenas supone 2 millones de personas. Dispuestos a elegir y teniendo tan cerca las elecciones, la decisión parece fácil para los populares.
la suma de ambas son 5.650 millones. Por el contrario, la caída de las prestaciones es por valor de 5.180 millones, así el PP cuadra las cuentas
Los datos presentados en los PGE 2016 parecen confirmar esa tendencia, el gasto en pensiones para el siguiente ejercicio (entre nuevos pensionistas y la revalorización del 0,25%) alcanza los 135.448,93 millones de euros, un 2,9% más que en 2015 y hasta un 38% más que en 2008. Ese aumento del 2,9% supone un incremento de 3,790 millones de euros. Por su parte, el aumento del sueldo de los salarios públicos que suben un 1% supone cerca de 1.160 millones de euros, cifra a la que hay que sumar 700 millones de la devolución de la extra de 2012. En total, la suma de ambas son 5.650 millones. Por el contrario, la caída de las prestaciones es por valor de 5.180 millones, así el PP cuadra las cuentas.
Aunque el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, se ha empeñado en recalcar que la caída va en consonancia con la mejora del desempleo la realidad es que casi dos millones de personas se van a quedar sin ningún tipo de ayuda económica.
Junto con los buenos datos conocidos del paro, también se conocía otro que resulta devastador. Uno de cada dos desempleados en junio no recibía ninguna tipo de prestación. Los beneficiarios de prestaciones al final de junio eran 2,1 millones mientras que el número de desempleados era cercano a los cuatro millones. La cobertura total del sistema de protección por desempleo se situó en el 55,72%, frente al 58,81% de un año atrás, lo que supone un descenso de la cobertura del 5,3%.
Tan sólo la mitad de esa caída se explica por la mejora del desempleo, el resto equivale a trabajadores que han perdido su único sustento económico (exceptuando la economía sumergida, que en España es muy alta). Por tanto, aunque Montoro se empeña en disfrazar la caída de las prestaciones por la mejora del empleo, la realidad es que una parte importante es porque los desempleados ya no cobran prestación.
Una situación que empeora
La realidad en el mercado laboral español es que a medida que se pasa más tiempo en el paro, más difícil es conseguir un empleo. Es la desgraciada situación de los parados de larga duración (más de dos años de desempleo), que además, en España existe un número muy amplio. Los datos de la última EPA arrojaban que cerca de 2,5 millones (casi la mitad del total) eran parados de larga duración.
La tragedia no acaba en no encontrar un trabajo en más de dos años (o al menos un trabajo suficiente y no en economía sumergido con peores condiciones) y que eso reste, además, las posibilidades de abandonar esa situación. El problema se agrava cuando se acaba con la prestación o ayuda que se recibe porque la situación se vuelve insostenible: sin ingresos y con capacidad casi nula de incorporarse al mercado laboral. Muchos de ellos son ese 45% de desempleados que ya no reciben la prestación y que en 2016 crecerá el número.
Pensiones: la táctica de la avestruz
Es impensable que a escasos meses de las elecciones el partido del Gobierno se enemiste con la mayor fuerza de votantes del país. El PP ha dejado claro que las pensiones solo se tocan para subirlas aunque mirar para otro lado ni oculta el problema ni lo soluciona. Más aún cuando el Gobernador del Banco de España lo ha dicho de manera firme en el Congreso y no ha sido el único (salvo el propio Gobierno pocos más realmente creen que las pensiones son sostenibles).
El problema no es solo de demográfico sino que cada vez se acortan más los tiempos. La evolución de los ingresos de la Seguridad Social y el aumento de cotizantes no cubre el déficit del 1,5% (son 15.000 millones) del PIB que registró en 2014. El ejercicio anterior se superó los 400.000 nuevos cotizantes y ni siquiera se llegó a elevar los ingresos en 1.000 millones, debido al empleo precario, caída de salarios y las medidas como la tarifa plana del Gobierno.
La futurible bajada de las pensiones (expertos ya la han cifrado en un 20%) deberá llegar cuando el Fondo de Reservas se agote, de momento, quedan cerca de 40.000 millones que se irán evaporando los próximos años. Al ritmo actual de gasto, se ha pasado de 7.000 millones en 2012, a 11.000 en 2013 a 15.000 millones en 2014, apenas dará para acabar la legislatura. Entonces, el Gobierno de turno deberá hacer frente a ese problema.