Los extranjeros redujeron su inversión en deuda española en 584 millones en junio, un 0,14%, aunque se mantienen por encima de los 400.000 millones, umbral que rebasaron el pasado mes de abril marcando un nuevo máximo histórico.
Además, según los datos del Tesoro, los extranjeros siguen siendo el principal inversor en deuda española, puesto que acumulan el 53,09% del total.
Tras los descensos de la crisis, los foráneos recuperaron el ritmo inversor en agosto de 2012, cuando volvieron a acudir a los mercados y retomaron el puesto de principal inversor en deuda que les había arrebatado la banca nacional.
Desde entonces y a lo largo de 2013 y 2014 han ido poco a poco elevando sus inversiones, salvo algunos 'parones' concretos, como el que coincidió con el rescate de Chipre. Exceptuando esos momentos, los inversores foráneos han ido invirtiendo cada vez más en deuda, con aumentos de incluso más de 20.000 millones en algunos meses.
El débil crecimiento europeo a principios de año y la caída de la rentabilidad tampoco afectaron mucho a las compras de los extranjeros, que siguieron viendo a España como un valor seguro.
De hecho, la rentabilidad de todas las letras y algunos bonos se situó ya por debajo del 1% a cierre de 2014 y ha llegado incluso a ser negativa en algunas referencias del Tesoro en lo que va de año.
Estas bajas rentabilidades no han afectado a los inversores extranjeros, pero sí a los pequeños inversores, que huyeron de estos intereses el año pasado y redujeron sus tenencias de deuda un 18% en el conjunto del ejercicio. En junio, volvieron a contener su inversión en deuda en 144 millones, hasta 5.877 millones.
La banca, segundo gran inversor
Por su parte, la banca española, que sostuvo las inversiones del Tesoro los meses en que los extranjeros dejaron de comprar, cerró 2014 con un descenso de 6.106 millones de euros. En el mes de junio, las entidades aumentaron sus tenencias en 18.839 millones.
De esta forma, la banca cuenta ahora 192.230 millones en deuda española, el 25,24% del total y se mantiene como segundo gran inversor por detrás los compradores extranjeros.
Tras la banca se sitúan las entidades de seguros, con el 7,19% del total (54.756 millones) y las administraciones públicas, que acumulan el 5,93% del total (45.182 millones). Por detrás quedan los fondos de inversión, con el 3,41% (29.892 millones) y los fondos de pensiones con el 2,22% (16.897 millones).
Los que menos deuda acumularon en el sexto mes del año fueron las empresas no financieras, con el 1,49% (11.371 millones); las personas físicas, con el 0,77% (5.877 millones) y otras instituciones financieras, con el 0,66% (5.027 millones).
Baja la deuda en circulación
Por otro lado, la deuda bruta en circulación en términos nominales disminuyó en julio hasta los 860.033 millones de euros desde los 868.263 millones de euros a 30 de junio de 2015. El 30 de julio se amortizó un bono por importe de 19.523 millones de euros.
Esa misma amortización provocó un aumento en la vida media de la cartera de pasivos hasta los 6,63 años, desde los 6,54 años en que se situó a finales del mes de junio.
Por su parte, el tipo medio de la cartera descendió desde el 3,27% hasta el 3,24% y el coste de las nuevas emisiones en julio se situó en el 0,97%, lo que situó la media de 2015 en el 0,90%, frente al 1,52% de promedio en 2014.