El expresidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) Manuel Conthe ha defendido su gestión al frente del supervisor entre los años 2004 y 2007, ha puesto en cuestión la existencia de una supuesta trama corrupta en el seno de la institución y se ha ofrecido a declarar ante la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) en el marco de la investigación abierta. Además, Conthe ha cargado contra la actual presidenta de la CNMV, Elvira Rodríguez, tras el comunicado en el que reconoce la existencia de la investigación, ya que considera que «lo único que le interesa es salvaguardar su buen nombre y el de su partido –todo se remonta a 2005 y 2011– aunque sea a costa de dejar a los pies de los caballos a los abnegados directores y funcionarios que sostienen con su trabajo diario la CNMV».
«La presidenta de la CNMV parece desconocer que entre sus funciones está la de defender la institución y la actuación y honorabilidad de sus funcionarios, actualmente bajo sospecha», critica Conthe, quien destaca que si Rodríguez duda de sus funcionarios debería de suspenderlos cautelarmente. «Si, por el contrario, no tiene ninguna sospecha, ¿por qué es tan cobarde y no sale públicamente en su defensa? ¿No se da cuenta de que su silencio mina la moral de los funcionarios de la CNMV?», concluye.
«Es prácticamente imposible que la actuación descrita de la CNMV respondiera a una 'trama corrupta de funcionarios'. Yo pongo la mano en el fuego no solo por mí mismo y por el resto de los miembros del Comité Ejecutivo, sino por todos los funcionarios que conocí de la Dirección General de Entidades», afirma Conthe en un post del blog El sueño de Jardiel del diario Expansión.
Según informó el pasado miércoles la CNMV, la UDEF mantiene abierta una investigación, aún «en una fase muy preliminar», sobre dos expedientes iniciados por el supervisor en los años 2005 y 2011.
Si bien la institución que preside Elvira Rodríguez no ofrece los nombres de las compañías que se verían afectadas en la denominada 'Operación parqué', Conthe hace mención a la sociedad gestora de carteras Vetusta y a la EAFI Dracon Partners.
«Supondré que la investigación de la UDEF se basa en esos dos casos citados, aunque la nota oficial de la CNMV no lo diga», precisa en el post titulado 'CNMV: el letal cóctel 'monos con metralleta' + presidenta política'. Vetusta, un expdiente de 2005
A lo largo de su exposición, el expresidente de la CNMV señala que el caso de Vetusta le afecta «de lleno» dado que fue él quien en 2007 autorizó la suspensión de actividades de Vetusta, debido, entre otras cosas, a que no respondieron –«o solo lo hicieron tarde o parcialmente– a diversos requerimientos de información que les dirigió la Dirección de Supervisión de Entidades de la CNMV.
Conthe recuerda que este hecho, unido a la compleja estructura societaria de Vetusta, con el grueso de su actividad de gestión basado en Irlanda, «encendió las señales de alarma» en la CNMV, una institución que «había sido criticada por permitir los fraudes de AVA y Gescartera».
«Ante esos temores, a la vista de la falta de información fiable sobre la verdadera situación de los fondos y de la falta de colaboración de los directivos de Vetusta, yo mismo di el visto bueno a la propuesta de suspensión provisional de la actividad de Vetusta que, si la memoria no me falla, sometí, como era lógico y preceptivo, a la aprobación del comité ejecutivo de la CNMV, del que formaban parte también el vicepresidente y los tres consejeros de la CNMV», apunta.
En este punto, Conthe se defiende y especifica que la decisión de suspender temporalmente la actividad de entidad se tomó «sin ninguna discrepancia» y añade que si hubiera sido el resultado de una trama corrupta «en su cúspide hubo al menos siete u ocho personas corruptas o imbéciles», con él en su ápice.
El expresidente del supervisor subraya que «el objetivo de cualquier supervisor sensato no es sancionar, sino evitar peligros de fraudes y «a enemigo (peligro potencial) que huye, puente de plata». Una falsa alarma
Una vez que la CNMV intervino Vetusta –después de que la compañía sufriera un daño comercial y reputacional fruto de la suspensión temporal que dio al traste con su colaboración con Banesto– obtuvo toda la información que le faltaba y descubrió que, pese a que se habían cometido varias infracciones, el caso constituyó «una falsa alarma».
No obstante, Conthe señala que la actuación temprana de la CNMV estuvo «justificada» a la vista del temor de que Vetusta fuera «un fraude» y con el deseo de proteger a los clientes de la entidad.
Tras exponer la situación de Vetusta, el expresidente de la CNMV asegura que le parece «llamativo» que la UDEF no se haya puesto en contacto con él y no le hayan llamado a declarar para ofrecer su versión de los hechos. «Desde aquí me declaro responsable de todas las decisiones que tomó la CNMV sobre Vetusta y les invito a que me llamen a declarar para que les cuente mi versión», añade. DRACON
En su post, Conthe también hace mención al caso de Dracon, del que reconoce no tener información directa, pero que entiende que es un supuesto «más cristalino» que el de Vetusta.
«No tengo ni el menor asomo de duda sobre la profesionalidad y honradez del director general de Entidades de la CNMV y de sus subordinados, y estoy persuadido de que el expediente tuvo fundamento y se tramitó de forma regular, con todos los informes preceptivos», confiesa, al tiempo que dice desconocer la relación entre Vestusta y Dracon.