La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha dejado claro este martes que el Ejecutivo mantendrá la política económica que ha desarrollado durante esta legislatura frente a la «demagogia» y los discursos de otros partidos políticos «que la gente ya no traga».
Durante la sesión de control al Gobierno en el Senado, la vicepresidenta ha insistido en defender la senda seguida por el Ejecutivo y que, según ha proclamado, ha permitido a España «liderar» el crecimiento económico y recuperar la creación de empleo.
De esta forma, ha rechazado las «rectificaciones» que le ha reprochado el senador de IU Jesús Iglesias y ha sostenido que «lo que ha rectificado el Gobierno ha sido la política económica del Gobierno anterior, que llevó a la situación económica más grave de España». «Coger al país, el más firme candidato al rescate, y convertirlo hoy en un ejemplo de reformas. Esa ha sido la gran rectificación de este Gobierno», ha presumido.
Frente a este discurso, el senador de IU ha repasado algunos de los cambios de opinión del Gobierno, como los relativos a la reforma del aborto o la tarjeta sanitaria para los inmigrantes irregulares, además de sus «anuncios de disponibilidad» a modificar el Senado, el Tribunal Constitucional, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) o los «guiños» en los Presupuestos Generales del Estado (PGE).
«Son necesarias rectificaciones más profundas», ha reivindicado Iglesias, que ha reclamado que el crecimiento del PIB –del que ha reconocido sentirse «satisfecho»— llegue a la mayoría de la población.
¿Quieren sueldos congelados?
La vicepresidenta ha defendido que gracias a ese crecimiento del PIB ha sido posible empezar a devolver sus «esfuerzos» a los ciudadanos, como la subida del 1 por ciento del sueldo para los funcionarios prevista para el próximo año.
Y en este punto ha reprochado a IU su enmienda a la totalidad a las cuentas públicas: «Si hiciéramos caso a su enmienda a la totalidad, otra vez los funcionarios iba a tener sus sueldos congelados».
Así, ha insistido en la necesidad de mantener su política económica frente a la aplicada por los socialistas y que, según ha reprochado a IU, ellos «apoyaron en esta Cámara (el Senado) y algunas comunidades autónomas».