La farmacéutica suiza Roche anuncia un plan para «racionalizar su red global de plantas de fabricación de medicamentos de síntesis química tradicional». El objetivo, señala la compañía, es «optimizar su capacidad total» de producción. La iniciativa ha hecho saltar las alarmas en Leganés, donde cuenta con una planta que emplea a unos 250 trabajadores. Roche ya ha admitido que es una de las fábricas que se verán afectadas «de manera directa» por su nueva estrategia.
Junto con Leganés, la farmacéutica ha situado en su punto de mira a los complejos industriales que tiene en Clarecastle (Irlanda), Florence (Estados Unidos) y Segrate (Italia).
La compañía asegura que la decisión se debe a que su crecimiento en el área biotecnológica y la nueva generación de medicamentos basados en moléculas pequeñas en los que está trabajando requiere «nuevas tecnologías de fabricación y un menor volumen de producción» que los de síntesis química tradicional.
Roche sostiene que trabaja en la búsqueda de socios acreditados en el campo de la fabricación para terceros que aseguren el crecimiento del negocio de estas plantas en el futuro. Y que puedan «seguir dando apoyo a la fabricación de productos, así como garantizar el empleo de los 1.200 trabajadores» que tienen, 250 de ellos pertenecientes a la planta de Leganés.
Nuevos propietarios
De hecho, en el caso de la planta de fabricación madrileña la compañía asegura en un comunicado que «existen negociaciones muy avanzadas» que, de prosperar, permitirían hacer una transición a los nuevos propietarios en el segundo semestre de 2016.
La planta, especializada en comprimidos y cápsulas de gelatina dura, cuenta actualmente en su plantilla con empleados de producción, calidad, ingeniería, servicios técnicos, logística y servicios generales. Además de abastecer al mercado español, exporta a 95 países.
Su capacidad actual es de aproximadamente 600 toneladas de fármacos a granel y 30 millones de envase. En cambio, en 2014 su volumen de producción fue menor, de 381 toneladas, 1.376 millones de comprimidos, 209 millones de cápsulas y 19,7 millones de envases.
Roche asegura que hará «todos los esfuerzos» para garantizar la sostenibilidad del empleo a largo plazo, así como el suministro de los productos, y para asegurar que llegan con normalidad a los pacientes que los necesitan.
«Somos conscientes del impacto que esta decisión implica para nuestros colegas, y les prestaremos todo nuestro apoyo durante la transición», ha defendido Daniel O'Day, director operativo de la División Pharma de Roche.
La compañía niega que esta decisión comprometa sus inversiones en España, que superarán los 50 millones de euros en I+D básica y clínica previstos para este año. Además, en el Centro de Excelencia Informática que da servicio al resto del mundo desde Madrid se prevé superar los 500 puestos de trabajo en 2015.