Los grandes retos para la economía española en 2016 serán los mismos que en 2015, principalmente dos: reducir el paro y los desequilibrios macroeconómicos. España cierra el 2015 con un crecimiento que dobla a la media europea, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, lo cifró en el 3,2% frente al 1,5% de media de sus socios. El crecimiento de la economía española en 2016 no será tan boyante como en 2015, todas las previsiones lo sitúan por debajo del de 2015: El Gobierno prevé un 3%, el think tank de la OCDE y la Comisión Europea coinciden en el 2,7%, mientras que el Fondo Monetario Internacional prevé un 2,5%.
En el entorno global, la economía presenta más incertidumbres que certezas. China, las subidas de tipos de la Reserva Federal, los emergentes, Japón, las dudas en Latinoamérica el exceso de deuda o las tensiones geopolíticas marcarán el próximo año. Europa se verá beneficiada del mal momento de los emergentes y reforzará su posición de refugio como ha ocurrido en 2015. Mientras, los expertos prevén que el precio del petróleo prosiga su tendencia a la baja. En 2015, el precio del barril de Brent ha caído en 20 dólares, situándose en los 36 dólares.
Reducir el paro será el gran reto
El desempleo volverá a ser el gran reto para la economía española. Cerrar el año por debajo de la barrera del 20% será el desafío en 2016. La práctica totalidad de organismos lo da por hecho: la Comisión Europea (19,8%), el FMI (19,9%) y el Gobierno (19,7%). La think tank de la OCDE es el único que prevé que España no baje la barrera del 20%, lo sitúa en el 20,5%. El desafío será mayor en los grupos con más riesgo, como jóvenes y mayores de 55 años, donde las tasas de paro están entre las más altas de Europa.
Reducir la precariedad laboral, la temporalidad o recuperar el número de horas totales trabajadas son los otros grandes retos en el mercado laboral. En 2015, pese a que las cifras del empleo han mejorado también han dejado algunas dudas: casi 9 de cada 10 contratos que se firmaron fueron temporales, un gran número de ellos para trabajos de poca formación. Además, un 25% de los nuevos contratos tienen una duración de menos de una semana. La mejora de la economía deberá traducirse no solo en una mejora de la tasa de desempleo, sino en una mejora de los ‘otros’ datos del mercado laboral.
La creación de empleo será indispensable para que la Seguridad Social abandone en 2016 los números rojos. El Gobierno prevé un déficit en la Seguridad Social para 2016 del 0,3% del PIB, mientras que según la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) en 2016 se multiplicará por cinco el déficit previsto por el Gobierno. El desfase podría suponer hasta 15.000 millones de euros, cifra que pondría en riesgo el Fondo de la Seguridad Social, al que le quedan 33.000 millones después de que en la legislatura popular se hayan sacado 45.000 millones.
Reducir los desequilibrios
La deuda pública y el déficit seguirán siendo los principales quebraderos de cabeza para el nuevo Gobierno. La deuda pública seguirá subiendo en 2016, superando el 100% del PIB. La prima de riesgo dejó hace tiempo de ser noticia gracias al programa de compra del Banco Central Europeo, en 2016 es poco probable un incremento importante de los intereses que se paga por la deuda, pero el alto volumen de deuda seguirá muy presente.
Mientras, el objetivo de déficit previsto en el 2,8%, será el mayor problema para el nuevo Ejecutivo. Los presupuestos presentados por el PP para el 2016 no han contado con el beneplácito de la Comisión Europea que duda de su cumplimiento. «En general, la Comisión opina que el Plan Presupuestario de España (…) corre el riesgo de no cumplir con las disposiciones del Pacto de Estabilidad y Crecimiento«, señaló el organismo en su último informe publicado.
Las exportaciones volverán a centrar las miradas en la economía española. Pese a que siguen creciendo cada vez lo hacen con menos fuerza, España es el quinto país de la UE con la menor tasa de crecimiento en ellas. El turismo también será un eje central en la economía española, la mejora de la economía española posibilitará un mayor gasto a nivel nacional. Asimismo, los expertos esperan que en 2016 se bata el récord de visitantes extranjeros del 2015.
Desafíos globales
La economía mundial presenta muchos más problemas que la española. Uno de los puntos negros será Latinoamérica, lugar dónde están afincadas un gran número de empresas españolas. El 40% del PIB de la región ya está en recesión y un 30% ha ralentizado su crecimiento. El principal problema se localiza en Brasil dónde los últimos datos vaticinan una fuerte caída del PIB. Asimismo, los casos de corrupción acucian al Gobierno de Dilma Rosseuf, en especial el de la petrolera pública Petrobas.
Pero será la evolución de la economía china la que marque el compás de la economía global. El gigante asiático sufrirá en 2016 los efectos del pinchazo de su burbuja inmobiliaria y bursátil. Junto a China, los otros cuatro emergentes presentarán desequilibrios importantes en el 2016 producidos por la salida de capitales y por sus problemas en el repago de la deuda pública, según Deutsche Bank.
Estados Unidos ha cambiado en 2015 el rumbo de su política monetaria, tras más de 8 años. La subida de tipos, de apenas el 0,25%, ya ha producido la quiebra de diversos fondos de inversión en bonos de alto riesgo y algunos expertos señalan de su peligro en los próximos años. El excesivo volumen de deuda podría ser el detonante de una próxima crisis global en los próximos años: a nivel corporativo, los vencimientos de bonos para 2016 serán de un billón de dólares, el problema viene en los años siguientes ya que entre 2016 y 2020 se deberán repagar hasta 10 billones en bonos. A nivel de deuda pública, el Deutsche Bank alerta de que los niveles de deuda pasarán del 100% en 2015, 107% para 2016 y al 133% para 2020.