El primer día de cotización del año, China ha visto sus índices bursátiles se desplomaban el 7%, incluso más. Al sobrepasar ese límite, la compraventa de títulos ha quedado suspendida de manera automática por una medida aprobada a comienzos de diciembre.
En concreto, el selectivo CSI300, índice que agrupa las mayores compañías cotizadas en las bolsas de Shanghai y Shenzen, dio por terminada la sesión hora y media antes del cierre habitual cuando cedía un 7,02%, situándose en 3.470,41 puntos.
Por su parte, el selectivo de la Bolsa de Shanghai registraba entonces una caída del 6,87%, hasta cotizar en los 3.296,26 puntos básicos, mientras que el índice de referencia de la Bolsa de Shenzen perdía un 8,22%, hasta situarse en 11.626,04 puntos.
Anteriormente, las autoridades bursátiles habían suspendido la cotización durante 15 minutos, cuando el índice CSI300 llegó a perder un 5%, pero esta medida no ha sido suficiente. Tras reactivarla, los títulos han seguido cayendo y se ha cerrado la compraventa de acciones a una hora y media del cierre de los mercados.
Este cierre de los mercados es una medida introducida se introdujo a comienzos de diciembre después de que una venta masiva de acciones el pasado verano pusiera en jaque el mercado asiático