Los bancos que cotizan en el Ibex 35 han perdido 59.000 millones en Bolsa desde el pasado 21 de agosto, jornada anterior al conocido como 'Black Monday', que hundió las bolsas mundiales ante el temor de que se produjera un frenazo en el crecimiento económico de China.
La mayor caída en este periodo de tiempo la ha protagonizado Banco Popular, cuyas acciones se han devaluado un 40,2%, pasando de los 3,786 euros a los que cotizaba el 21 de agosto a los 2,264 euros con los que ha cerrado la sesión de hoy. De este modo, el banco que preside Ángel Ron ha reducido en 3.295 millones de euros su capitalización.
Santander y BBVA han sido los bancos que más dinero han perdido desde el 'Black Monday', reduciendo su capitalización en 26.891,9 millones y 17.368 millones, respectivamente. En este periodo de tiempo, los títulos de Santander han cedido un 33,28% y los de BBVA un 32,7%.
Les siguen Caixabank, que ha reducido el valor de sus acciones un 29,6% y ha perdido 6.551,9 millones de euros en Bolsa, y Sabadell, con una caída del 23,37% y 2.382 millones menos de capitalización.
Los bancos que mejor han aguantado el tirón dentro de las pérdidas han sido Bankia y Bankinter. Los títulos de la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri han recortado un 14,4%, pasando de 1,069 euros del 21 de agosto al 0,915 euros a cierre de la sesión de hoy. Por su parte, Bankinter ha colocado el precio de sus títulos en 5,859 euros, lo que supone un 12,31% menos que los 6,682 euros a los que cotizaba en agosto. Su capitalización se ha reducido en 739,8 millones de euros.
El analista de XTB Rodrigo García ha explicado que el sector bancario «no se ha librado del pesimismo de la renta variable española» de los últimos tiempos.
A su juicio, este comportamiento se debe a la ralentización económica mundial, al freno a las oportunidades de inversión, a la incertidumbre regulatoria, a la correlación con el propio mercado de renta variable, a la coyuntura estructuralmente baja de los tipos de interés de las principales economías en las que operan y a la fuerte exposición a mercados emergentes.
Por su parte, el gestor de fondos José Antonio Madrigal afirma que este año se vivirá «un hundimiento masivo de las entidades financieras» y augura que se podrán ver desplomes de hasta el 70% en Bolsa en las acciones de algunas de ellas.
Si bien se han vivido jornadas de repuntes puntuales a lo largo de los cinco últimos meses, lo cierto es que desde que el temor a un freno en la economía china se instalara en los mercados, las bolsas no han dejado de caer. A esto se ha añadido la bajada de los precios del petróleo, que actualmente se encuentra en mínimos desde el otoño de 2003.
Ya en el mes de agosto los analistas advertían de que no solo preocupaba la ralentización del gigante asiático, sino también las implicaciones «a nivel global» que ello conlleva, es decir, las caídas en los precios de las materias primas, el contagio a otros países emergentes o la penalización de las compañías exportadoras.