La economía española creció un 3,2% en 2015, su mayor alza desde 2007, tras avanzar un 0,8% en el cuarto trimestre, según el avance de datos de la Contabilidad Nacional Trimestral publicado este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Esta tasa del 3,2% coincide con la previsión realizada por el Banco de España y se sitúa una décima por debajo de lo estimado por el Gobierno.
Estos datos del INE son aún provisionales y se conocerán a nivel desagregado el próximo 25 de febrero.
Aunque el crecimiento del 0,8% intertrimestral es el mismo que el experimentado en el trimestre previo, se sitúa dos décimas por debajo del 1% conseguido entre abril y junio, hasta ahora el ritmo trimestral de avance más elevado desde que la economía española inició la recuperación.
La tasa interanual, por su parte, se situó en el 3,5% en el cuarto trimestre de 2015, una décima más que en el trimestre anterior. De esta forma, el crecimiento interanual del PIB se sitúa en niveles de finales de 2007.
Con el repunte trimestral del PIB entre julio y diciembre de 2015 se encadenan ya diez trimestres de avances, mientras que la tasa interanual acumula ocho trimestres en positivo.
El dato trimestral del PIB adelantado por Estadística para el cuarto trimestre del año pasado coincide con el estimado por el Banco de España en su boletín del pasado mes de diciembre, en el que la institución que gobierna Luis María Linde elevó una décima su previsión de crecimiento del PIB para 2015, hasta el 3,2%, tras calcular que la actividad creció a un ritmo del 0,8% en en el último trimestre.
En su último boletín económico de 2015, el Banco de España señalaba que la evolución de la actividad en el último trimestre del año pasado fue «ligeramente más favorable» de lo previsto, lo que le llevó a elevar la previsión del PIB, que sigue estando una décima por debajo del 3,3% estimado por el Gobierno.
Para el presente ejercicio, el Banco de España espera un comportamiento «dinámico» de la actividad, aunque su ritmo sería «algo inferior» al observado en trimestres recientes, como consecuencia de la moderación de algunos de los impulsos expansivos actualmente vigentes, como es el caso de la demanda nacional.
Así, estima un crecimiento medio anual del PIB en 2016 que podría alcanzar el 2,8%, la misma estimación que el Ejecutivo, y una décima más que su previsión anterior.
El crecimiento proyectado por el Banco de España tanto para el año pasado como para el actual se sigue sustentando en el empuje de la demanda interna. Según sus estimaciones, ésta creció un 3,6% en 2015 y aumentará un 3,1% este año, en tanto que la demanda exterior tendría una aportación negativa en los dos años por la fortaleza de las importaciones.
El Banco de España estimaba en su boletín que el consumo privado creció en el cuarto trimestre del año pasado a un ritmo similar al observado en el tercero (+1%), al igual que la inversión productiva privada, que se vio favorecida por la fortaleza de la demanda final y por la bonanza de las condiciones financieras.
Por su parte, la demanda exterior neta ejerció una contribución neutral al crecimiento del PIB entre octubre y diciembre. En cuanto a las exportaciones, según el Banco de España, el crecimiento de las ventas de bienes experimentó un «cierto freno» a pesar del fortalecimiento de los mercados del área del euro.