La incertidumbre política en España podría costar hasta 4.000 millones en 2016, y de alargarse podría llegar a los 11.000 millones en 2017, según el último estudio presentado por el BBVA Research. El informe señala que “dependiendo de la magnitud y persistencia, el incremento de la incertidumbre sobre la política económica en España podría generar reducciones de la tasa de crecimiento del PIB”.
Las dudas políticas afectan a la economía desde tres vertientes, señala el estudio del BBVA. La primera, se relaciona con los mercados financieros, ya que la incertidumbre se traduce en una mayor volatilidad. En segundo lugar, en reduce la inversión, puesto que los agentes “podrían tener incentivos” a posponer la puesta en marcha de nuevos proyectos. En tercer lugar, los consumidores retrasan su decisión de consumir y se “aumenta las decisiones de ahorro precautorio”.
Menor crecimiento, más déficit
Un crecimiento por debajo del esperado tendría un efecto directo sobre el objetivo de déficit pactado con Bruselas. El informe advierte que “la incertidumbre sobre la política tiene relación positiva con el deterioro del déficit fiscal”.
El menor crecimiento de la economía española podría poner en peligro el objetivo de déficit de 2016, pactado en el 2,8% con la Comisión Europea. El Partido Popular había confiado en lograr el cumplimiento del objetivo a través de aumentar el denominador (déficit se calcula como el cociente entre la resta de ingresos y gastos dividido por el PIB), es decir gracias al aumento del PIB del 3%. Si el crecimiento es menor, el denominador (el PIB) se haría más pequeño y el objetivo podría desviarse.
La Comisión Europea ya advirtió a España de que no cumpliría en 2016 sus obligaciones y podría exigir mayores recortes o un aumento impositivo si la desviación es mayor. Por ello, los partidos políticos buscan un acuerdo para pedir a Bruselas una relajación en el objetivo de déficit en los próximos años.