Los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea (Ecofin) han pedido este viernes al Banco Central Europeo que examine la posibilidad de prohibir la circulación de billetes de 500 euros, como medida para combatir el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo.
Los Veintiocho recuerdan la «independencia» como institución del BCE, pero le piden que trabaje en los próximos meses de la mano de la Comisión Europea y de Europol para explorar la necesidad de restringir los pagos en metálico y de tomar medidas sobre los billetes de mayor cuantía.
El objetivo es que la entidad europeo regrese al Consejo «a más tardar el 1º de mayo» con un informe detallado, según la declaración adoptada por los ministros para mostrar su respaldo político al plan de acción diseñado por Bruselas para cortar las fuentes de ingresos de los grupos terroristas en la UE.
El plan incluye medidas para, por ejemplo, reforzar el control de métodos anónimos de pago, como las tarjetas prepago y las bitcoins, y también ideas para estrechar el control sobre las cuentas.
El vicepresidente del Ejecutivo comunitario para el Euro, Valdis Dombrovskis, ha adelantado que alguna de las medidas serán aplicadas «de inmediato«, sin aclarar cuáles, pero otras necesitarán «tiempo» para su desarrollo normativo.
Sobre el uso de billetes de 500 euros para fines ilícitos, Dombrovskis ha dicho «ver y compartir la preocupación» que provoca su uso. Según datos de Europol, los billetes de este valor representan un tercio del total de los billetes en circulación en la UE.
«Existen riesgos de que los billetes grandes o las grandes cantidades de dinero en efectivo sean utilizados fácilmente para financiar el terrorismo. Vamos a pedir al BCE que lo estudie y nos presente propuestas», adelantó el ministro holandés de Finanzas y presidente de turno de la UE, Jeroen Dijsselbloem, a su llegada a la reunión del Ecofin.
En opinión del ministro español de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, se ha mostrado a favor de la retirada de los billetes de mayor cuantía y ha valorado que «no tendría ningún efecto» desde el punto de vista económico. Además ha llamado la atención que los inconvenientes por su utilización «superan las teóricas ventajas».
El comisario de Estabilidad Financiera y Servicios Financieros, Jonathan Hill, ha coincidido en que se trata de una cuestión que debe ser analizada «con cautela», ya que permite a los usuarios hacer grandes pagos o transferir importantes cantidades de dinero sin dejar rastro en el sistema financiero.
Entre los defensores de la medida, el ministro francés de Finanzas, Michel Sapin, ha alertado de que el dinero en efectivo es «la primera forma de financiación» del terrorismo y ha reclamado medidas para frenarlo.
«En Francia, el billete de 500 euros se utiliza más para disimular que para comprar, para disimular transacciones que no son honestas (…). Es normal, por tanto, que nos planteemos preguntas sobre su uso», ha indicado Sapin.
Con todo, el ministro francés ha dicho entender que existan «dudas» a la medida en otros países «acostumbrados» al uso de dinero en efectivo para realizar grandes pagos, en referencia, sin nombrarlos, a países como Alemania. Pero ha recalcado la necesidad de contar con la misma legislación a escala comunitaria, para evitar que los terroristas se aprovechen de los vacíos legales.
Otro de los ministros que se han manifestado al respecto en el Ecofin ha sido el luxemburgués, Pierre Gramegna, para quien es «obvio» que los grandes pagos en metálico son utilizados por terroristas y corruptos para no dejar rastro en sus operaciones. «Todos estamos de acuerdo en combatir el terrorismo y la corrupción», ha zanjado, al ser preguntado por si apoya la prohibición de los 500 euros.