El Ibex 35 ha cerrado la sesión de este jueves con una caída del 0,83%, lo que ha llevado al selectivo a situarse por debajo de los 8.300 enteros (8.295,4) tras las fuertes pérdidas de la banca.
En el mercado de deuda, la prima de riesgo se ha colocado en 149,8 puntos básicos, con la rentabilidad del bono a diez años en el 1,702%. Mientras, en el mercado de divisas, el euro se intercambiaba a 1,1087 dólares.
Caixabank ha encabezado las caídas al desplomarse un 5,56%, seguido de Popular (-3,81%), Santander (-3,8%), Bankinter (-3,74%), Sabadell (-3,62%), Bankia (-3,25%) y BBVA (-3,15%).
En el lado contrario, Técnicas Reunidas ha liderado las subidas con un avance del 4,7%, seguido de Indra (+3,3%) y Gas Natural (+3,22%). IAG, que se ha revalorizado un 3,14%, y Aena (+2,04%) han completado los cinco primeros puestos del ranking de subidas.
Dentro de los grandes valores no se ha observado una tendencia concreta y mientras que Santander, BBVA, Repsol (-2,02%) y Telefónica (-0,7%) no han conseguido aguantar el tipo, Iberdrola (+1,01%), Inditex (+0,69%) y Endesa (+0,62%) han cerrado la sesión en positivo.
Con este contexto, el selectivo se ha colocado entre las peores plazas de Europa, junto con Milán (-1,5%) y Londres (-0,92%). Francfort, por su parte, se ha revalorizado un 0,91% y París un 0,13%.
El lastre de la banca
El Ibex, que ha cotizado toda la mañana en positivo, se ha dado la vuelta momentos antes del cierre lastrado por la banca, que podría haberse visto afectada por las malas opiniones sobre el llamado 'banco malo' italiano.
El analista de XTB Carlos Fernández, por su parte, ha enmarcado las caídas de los bancos en el contexto negativo de las últimas semanas. «No nos termina de convencer el sector», ha añadido.
En declaraciones, el analista ha precisado que las entidades cotizadas se están comportando peor en Bolsa que el resto de los valores cotizados debido a que los bajos tipos de interés están reduciendo sus márgenes, a que tienen que pagar por depositar liquidez en el Banco Central Europeo (BCE) y a que cada vez se les están exigiendo más requisitos sobre su capital de máxima calidad.
«El escenario es bastante malo y las valoraciones van a tardar mucho hasta que sean parecidas a las que existían antes de la crisis», ha destacado.