Desenchufar el cargador del móvil, el decodificador de la TDT o la impresora puede suponer un considerable ahorro en la factura de la electricidad.
Muchos aparatos de uso cotidiano consumen energía a pesar de estar apagados. Es lo que se conoce como “energía fantasma”. Es el caso de los dispositivos electrónicos conectados de forma permanente a la red eléctrica pero que producen un bajo consumo a pesar de no estar en funcionamiento.
El modo ‘stand by’, un estado de espera en el limbo entre el apagado y el encendido, genera cada año un 5% de la energía consumida por los hogares. Este gasto está relacionado con todos aquellos aparatos que no están encendidos pero siguen enchufados, con una luz parpadeante, como la televisión, el microondas o el cargador de móvil.
“El consumo stand-by es una de las principales fuentes de derroche de consumo energético. Por ello, nuestra recomendación es tomar conciencia de cuales son aquellos aparatos que generan consumo inútilmente, por cuantas horas al día acostumbramos a tenerlos en modo stand-by, y desconectar todos aquellos al llegar la noche, o al salir de fin de semana o vacaciones”, afirma González Payno, director de la comercializadora Aldro Energía.
Los hogares españoles gastan al año una media de 990 euros en energía, según Aldro, una cifra que se duplica si se trata de una vivienda unifamiliar. Por ello, cada familia podría ahorrar hasta 100 euros al año en su recibo de la luz si tiene en cuenta este gasto en “energía fantasma”.
Esta situación puede paliarse de manera sencilla mediante la instalación de regletas de enchufes con llave de encendido, es decir, con el botón de encendido y apagado rojo. Al colocar agrupados los aparatos que producen un consumo stand-by y apagar la regleta, el consumo será nulo y permitirá ahorrar en la factura de la electricidad.