Otro más para la colección. Un nuevo programa económico bajo la firma de Podemos, el quinto en poco más de 20 meses. Está vez bajo la complicidad de Izquierda Unida, Unidos Podemos, aunque apenas hay rastro de las medidas económicas del partido de Alberto Garzón. Las propuestas presentan los mismos males que aquejaban los otros cuatro. Las medidas de la formación morada se encuentran encajonadas entre la legislación europea y la realidad económica española. Por ello, el programa obedece más a una intención electoral que una respuesta a los problemas económicos que afectan a España.
Quizás la frase más paradójica del texto sea el relacionado con el punto número 8, sobre el irreal modelo que propone para España: “Un modelo de desarrollo sostenible centrado en buscar el bienestar y la prosperidad para todas las personas, capaz de crear empleo estable y de calidad, y que además asegure una redistribución de la riqueza más justa y una mayor inclusión social”.
Ni rastro de IU
En el programa económico presentado por Unidos Podemos no se encuentra ninguna de las medidas estrella con las que IU se presentó al 20D. La gran medida del partido de Garzón fue el ‘Plan de Trabajo Garantizado’ que pretendía dar trabajo público para un millón de personas y con ello reactivar la economía. En el programa de Unidos Podemos no se hace referencia a él.
Otras medidas como: El tope del salario máximo para empresas públicas y privadas, crear un nuevo Estatuto de los Trabajadores, elevar el salario mínimo hasta los 1.176 euros en 2019 o la jornada laboral de 35 horas. Eran medidas destinadas a diferenciarse del programa de la formación de Pablo Iglesias, tampoco hay rastro de ellas.
Algunas, como la reducción de la jornada laboral no aparecen en el nuevo programa. Otras como el incremento del SMI que si se incorpora está más cerca del primer planteamiento de Podemos que el de IU, en concreto, mientras el primero abogaba por un SMI de 800 euros el segundo pedía elevarlo hasta los 1.176. La propuesta finalmente será de 800 euros el primer año, en 14 pagas, y después alcanzar los 900.
El mercado laboral hacía 1980/90
El texto es claro al respecto, el objetivo primordial en el mercado laboral es derogar las dos reformas laborales, la de 2012 y 2010. Con la medida, Podemos asegura que se creará “empleo de calidad” pero la realidad es que se volverá al mercado rígido de antes de la burbuja. La tasa de paro en España antes de la sucesivas reformas, si se omite la época de la burbuja, fue del 18,5%.
Asimismo, la parte laboral del proyecto deja muchas dudas no solo sobre su legalidad sino sobre su funcionamiento. Así, se pretende acabar con la temporalidad pero se mantiene los empleos temporales aunque se reduce el plazo de concatenación temporal hasta el año.
Además, incluye un par de puntos conflictivos para las empresas. En primer lugar, proponen la readmisión de los trabajadores despedidos de forma improcedente, es decir que se acabaría con el principio del despido libre, que no gratuito, en España. En segundo lugar, obliga a que todas las empresas tengan “representación sindical”, hay que recordar que en España un 98% de las compañías son pymes y micropymes que no pueden asumir ese coste. Por último, el punto más conflictivo es en el que suprime la “unilateralidad del empresario para fijar condiciones de trabajo, estructura y salario”.
Gastos, ingresos y trampas de referencia
En las cincuenta propuestas no se detalla de forma muy específica ingresos y gastos, pero las pinceladas apuntan a los mismos sospechosos. Por un lado, incrementar los ingresos a través de hacer pagar más “las clases más pudientes” y aumentar la recaudación en la lucha por el fraude fiscal, el bálsamo de fiérabras que todo lo cura y sirve para cualquier partido.
En temas de impuestos, se produce diferentes paradojas. La principal es que establece el tipo efectivo de sociedades en el 15%, un tipo similar al que ya existe (no, no está en el 3% o 6% como señalan algunos que suman beneficios en España y en el resto del mundo) y ¡cinco puntos por debajo del que establece Ciudadanos! También piden reforzar el impuesto de donaciones o sucesiones, pese a que gran parte corresponde a las Comunidades Autónomas. Por último, se ‘olvida’ de su propuesta del IVA del lujo, que no era posible según la normativa europea y del IVA cultural.
En cuanta al gasto, no se habla del potente desembolso del pasado programa aunque sí se especifica que crecerá para alcanzar niveles de 2009. La trampa radica, en que el año de comparación, 2009, es el año del pico del gasto público y del déficit.
De turismo por Europa
“Acordar con las autoridades europeas una nueva senda de reducción del déficit”, significa más de lo mismo. A España, se le ha reducido el objetivo de déficit más de cinco veces y a pesar de ello, se ha incumplido significativamente año sí y año también.
Además planea una serie de medidas que van más allá de las propias posibilidades del partido, como: “Reforma de las instituciones europeas que democratice la toma de decisiones políticas y económicas de la Eurozona”. También piden aumentar el presupuesto europeo o la emisión de los Eurobonos, pese a la negativa de Alemania entre otros.
Por último, sus proposiciones sobre la deuda que van en contra de Europa. Ya sea, organizar una “Conferencia de Deuda” en Europa que busque la reestructuración de la deuda de los países o exigir al Banco Central Europeo que intercambie deuda antigua por nueva a tipo de interés cero. Por último, garantizan también «una reducción» del nominal del valor de las hipotecas de ciertos colectivos. Una medida que atenta directamente no solo a los que pagan o han pagado sus hipotecas, sino también a las cédulas hipoetcarias que compra el propio BCE.
Pedro Ruiz