La justicia no está lejana al politiqueo. Abogado General del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) da la razón al Tribunal Supremo: la compensación que podían reclamar los clientes no es retroactiva, debido a la «estabilidad financiera del país».
El Abogado General reconoce que «un órgano jurisdiccional supremo puede ponderar la protección de los consumidores con las repercusiones macroeconómicas asociadas a la amplitud con que se utilizaron las cláusula suelo». Dicho de otra manera, puede ser justo que el contratista de una hipoteca no sufra la tal cláusula pero si la situación del prestamista es difícil puede limitarse este derecho.
El Tribunal Supremo había dictaminado el 9 de Mayo de 2013 la ilegalidad de las cláusulas a partir de la fecha. Afectados, algunos jueces y Comisión Europea consideraban que la defensa del consumidor debe tener carácter retroactivo. Sin embargo, los poderosos lobistas del sector financiero, sectores de la Comisión y Banco Central llevaban días trajinando para evitarlo.
Dado el argumento «político» del Abogado General no debe sorprender que la sentencia, retrasada a después del Brexit, haya tenido en cuenta la situación que atraviesa el sector financiero europeo y español. La opinión del Abogado General no es vinculante para el tribunal pero suele preceder a las sentencias,
Respiro para la Banca
Algunas entidades (Caixabank, Bankia, BBVA y Popular) con menor impacto en sus cuentas o mejores resultados habían suprimido sus cláusulas y realizado provisiones por unos 1000 millones de Euros. Goldman Sachs afirmaba hace unos días que estas deberían reforzarse en unos 3000 millones.
Por el contrario, Sabadell, Liberbank, BMN o Unicaja obligan a sus clientes a ir a los tribunales, no aplican la ley y tenían en serio riesgo su capitalización por valor aproximado a los 8000 millones. 11.000 millones en total. Para Liberbank, Sabadell, BMN el impacto puede ser superior al 10% de los fondos propios.
El lío jurídico
Las cláusulas suelo son uno de esos líos a los que nos tienen acostumbrados Banca y Judicatura Española. Primero, son las malas prácticas y contratos abusivos, las letras pequeñas y la información torticera. Luego, la justicia viene a liarla con sentencias y soluciones a medias.
En las primeras sentencias, los tribunales, incluido el Supremo, consideraban que a pesar de ser parte del contrato de hipoteca no se aplicaba la legislación mercantil sino la de defensa del consumidor, es decir, sujeta a requisitos de transparencia y no abusividad.
Las cláusulas suelos de tres bancos (BBVA, Novacaixagalicia y Cajamar) se reputaron como abusivas por falta de transparencia. En consecuencia, nulas. Posteriormente, todas las decisiones del Tribunal Supremo han seguido esa argumentación.
Una vez dictaminado, por criterios sociales, el asunto, el Tribunal se queda a medias. Si “quod nullum est, nullum effectum producit” ( lo que es nulo, nulos efectos produce) lo normal era aceptar la retroactividad. Sin embargo, el miedo al pánico financiero llevó al tribunal a negar la retroactividad con el argumento político citado. La Banca no debía pagar lo cobrado de más sino dejar de cobrar a partir de la sentencia.
Dos jueces llevaron en 2015 dos cláusulas de Cajasur y BBVA al Tribunal Europeo de Justicia para que decida si la devolución de las cantidades debería haber sido desde el principio (retroactividad completa) al ser nula la cláusula o, sólo, desde Mayo de 2013.
Política y Finanzas
Las instituciones Europeas y el Banco Central Europeo han venido exigiendo a las entidades españolas provisiones que amortiguarán el efecto de la posible sentencia. Ahora, los bancos respiran aliviados, a pesar de que la decisión del Abogado General no sea vinculante para la decisión definitiva del Tribunal Europeo.
Queda por ver si la nueva situación política determina legislaciones que resuelvan el problema en otra dirección. Ciudadanos ya presentó una propuesta de regulación legal en la fallida legislatura. Es de esperar que en la nueva situación, se produzcan propuestas similares, Al fin y al cabo, junto a los preferentistas, las cláusulas suelo han sido bandera de formaciones emergentes.
El politiqueo como argumento jurídico ha abierto un amplio campo de decisión jurídica. Si el Brexit salvó a la Banca, la nueva política puede darle un disgusto.
Miguel de la Balsa