Con la llegada de Carlos III, España se encuentra en un momento histórico relevante, enmarcado en una ola de expectación, donde las clases más ilustradas ven una oportunidad de impulsar el desarrollo económico, la erradicación del analfabetismo y salir del localismo imperante. Es en ese momento donde se asientan algunos de los principios sobre los que se sustentará el Estado. La necesidad de salir del atraso español frente al progreso europeo. Una oportunidad para transformar.
Tras el 20D y el 26J, España se enfrenta a desafío similar al de aquellos tiempos pretéritos. Una oportunidad para seguir transformando un país que durante estos últimos años sufre con intensidad el impacto de la crisis económica, con una caída de su riqueza entre los años 2009 a 2013 del 9% de su producto interior bruto y unas cotas de paro que llegan en 2012 al 26% tras destruirse 3,5 millones de empleos desde el ejercicio 2008.
España necesita un gobierno en marcha
El gobierno de España, presidido por Mariano Rajoy, afronta una compleja agenda enmarcada dentro de una combinación de reformas estructurales (mercado laboral, sistema financiero, sector energético, fiscal y administrativo) y un ejercicio de consolidación fiscal sin precedentes. La economía crece en 2014 y 2015. Se crean más de 1 millón de empleos gracias a una mayor competitividad, apertura, actividad, empleo y la recuperación de la recaudación. Una vez asegurados los servicios públicos fundamentales, un impulso adicional se logra a través de las rebajas impositivas. Aún queda camino por recorrer.
Es necesario no parar. Seguir transformando para avanzar. Diálogo, acuerdo, estar a la altura de las circunstancias. Utilizar la palabra España, para hacer más España. La vocación de servicio público no se demuestra en los platós de televisión, ni con frases grandilocuentes que con el paso de las horas pierden su efecto, su sentido, su contexto. España necesita un gobierno en marcha. Aprobar el techo de gasto, unos presupuestos, seguir avanzando en las reformas y los compromisos europeos. Dejar a un lado el “postureo” intransigente, sectario, lleno de odio, egocéntrico, que promueve el personalismo y nos aleja del progreso que demanda la sociedad española. Argumentos y motivos no faltan para apoyar a aquel partido que ganó las elecciones, el Partido Popular.
Rajoy seguirá siendo el Presidente: sentido común, liderazgo, diálogo y reformas
El mandato popular que habilitan las urnas no es bipartidista. Ni tan siquiera se diferencia entre la vieja y nueva política. La exigencia principal de los españoles hacia sus políticos es la de saber gobernar. Gobernar es decidir. El servicio a España y a los españoles es el mayor honor al que se puede aspirar en política. Y quien no interiorice ese objetivo, nunca demostrará capacidad para gobernar España. Tras ocho meses, Mariano Rajoy dejará de estar en funciones y seguirá siendo el Presidente del Gobierno de España: sentido común, liderazgo, diálogo y reformas. No será fácil para ninguno de los líderes políticos de este país. Es la diferencia entre decir y hacer.
Óscar Romera Jiménez