Esperanza es esa descorazonada joven, bióloga molecular que, en las pasadas elecciones, nos envió una carta, remitida desde Londres, pidiéndonos el voto para Podemos. Había emigrado, afirmaba, porque aquí no podía encontrar trabajo ni desarrollar su carrera.
Según los datos de la encuesta citada que, la tasa de empleo de este tipo de universitarios es muy alta y lo más probable es que hubiera salido fuera para seguir sus estudios, no por ser expulsada. En todo caso, difícilmente lo haría en Reino Unido, donde los profesionales de este tipo no han supuesto más que un 0,1% del total de la emigración universitaria.
Reino Unido es, efectivamente, el país más receptor de titulados españoles. Pero las formaciones que allí se reclaman son, en una cuarta parte, arquitectura e ingeniería; un doce por ciento enfermería y otro tanto en profesiones vinculadas a la economía y las finanzas. Es más probable que Esperanza, de residir fuera de España, residiera en Alemania, donde ese tipo de profesiones son el 5% de las titulaciones emigradas.
En todo caso se han desplazado fuera de España, entre 2010 y 2014, 43 045 titulados y tituladas universitarias, de las que permanecen en el extranjero trabajando 15 144. La cifra de emigración es el 7,8% de las titulaciones, que ascienden, en el caso de los menores de treinta años, hasta el 9%.
De las residencias en el extranjero, solo el 30% lo fueron para buscar empleo. El motivo más importante para salir de España, en un 38% de los casos, es continuar los estudios. En todo caso, las titulaciones que emigran no son las que tienen en España la tasa de paro más alta en nuestro país sino al contrario, como es el caso de los ingenieros y arquitectos.
Los titulados y tituladas españoles que residen en el extranjero tienen un contrato permanente en el 57% de los casos. El 70,5% de los Residentes en el Reino Unido, mayor receptor de emigración académica, consideraba que su trabajo se adecuaba al nivel de estudios mientras el 11% se encuentra insatisfecho en este terreno. El nivel de satisfacción es más alto entre los que trabajan en América. Los titulados en ciencias de la Salud, medicina y enfermería, consideran sus trabajos adecuados a su formación, mientras están más insatisfechos los de Ciencias Sociales y Jurídicas.
La tasa de emigración de las mujeres es tres puntos menos que la de los hombres, aunque en términos absolutos han emigrado en mayor medida.
Miguel de la Balsa