Según el Índice de Precios al Consumo de Septiembre adelantado por el INE este jueves, los precios habrían subido en septiembre un 0,1%, una tasa baja pero que contrasta con las caídas de precios de los años 2013 y 2015.
Con esta cifra la inflación anual estimada del IPC en septiembre de 2016 es del 0,3%, que supondría un aumento de cuatro décimas en su tasa anual, ya que en el mes de agosto esta variación fue del –0,1%. Los precios se sitúan en una senda alcista por primera vez en ocho meses.
Los esfuerzos por aumentar el nivel de precios, como indicador de actividad económica y mejora de las recaudaciones públicas o de las rentas salariales es uno de los objetivos de la política monetaria que se viene persiguiendo por los Bancos Centrales.
No obstante, el simple indicador puede ser equívoco. El incremento del mes de septiembre no iría tanto acompañado de una mayor actividad en las empresas o un aumento de demanda sino a un incremento de precios en los carburantes y la electricidad en el mes de septiembre, frente a la bajada que experimentaron en 2015.
De ser así, y no ir acompañado de un aumento de actividad lo que nos encontraríamos sería con una pérdida de capacidad adquisitiva que percutiría contra el consumo y la actividad.
De hecho, algunos indicadores pueden estar indicando esta moderación de la actividad. El propio INE ha hecho público este jueves también el índice de Ventas del Comercio Minorista. Las ventas entre los meses de agosto y julio se redujeron en un 0,9%. Aunque la tasa anual es superior en más de tres puntos respecto a 2015, lo cierto es que se ha reducido en 1,7% desde el mes de julio.
Como consecuencia, el índice de ocupación en el sector del comercio minorista presenta en agosto una variación del 1,7% respecto al mismo mes de 2015. Esta tasa es dos décimas inferior a la registrada en julio.
Miguel de la Balsa