Con este dato continúa la aceleración del crecimiento económico que se había moderado al 0,7 % en la segunda mitad del año pasado, tras haberse mantenido por encima de dicha tasa desde 2014.
La variación anual del PIB entre abril y junio fue del 3,1 %, una décima por encima de la contabilizada en el trimestre anterior.
De confirmarse estos datos el próximo 24 de agosto, la tasa trimestral coincidiría con la avanzada por el Banco de España el pasado 29 de junio.
Para el supervisor bancario, el mayor vigor mostrado por el consumo de las familias durante la primavera ha favorecido esta ligera aceleración del crecimiento de la economía en el segundo trimestre al 0,9 %.
La entidad atribuye esta mejora a la continuada creación de empleo y al mantenimiento de unas condiciones financieras favorables, que favorecieron a su vez el incremento del consumo.
Dentro también de la demanda interna, el supervisor destaca la fortaleza de la inversión, aunque con una moderación de la destinada a bienes de equipo tras el fuerte avance registrado en el primer trimestre, mientras que se aceleró la de construcción.
Por el lado de la demanda externa (exportaciones e importaciones), la entidad apunta a una ligera desaceleración de los flujos de comercio de bienes en la que podría haber influido la huelga de los estibadores, aunque la contribución del sector exterior a la economía se mantendría en positivo.
El Banco de España calcula que el sector exterior ha contribuido con una décima al avance de la economía en el segundo trimestre, mientras las ocho décimas restantes habrían sido aportadas por la demanda nacional (consumo e inversión).
El crecimiento de la economía parece haberse traducido íntegramente en generación de empleo, ya que el Banco de España estima que la creación de puestos de trabajo ha aumentado un 0,9 %, frente al 0,7 % del trimestre anterior, un pronóstico que se basa en el mayor dinamismo mostrado por las afiliaciones a la Seguridad Social.
EFE